Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La reciente muerte de un ambientalista destapa que, a pesar de las constantes agresiones, secuestros, homicidios y amenazas en contra de activistas ambientalistas de Michoacán, la promesa de protocolo de protección especializada sigue quedando en un mero discurso político. En lo que va de este 2022 se han documentado al menos 3 agresiones en contra de ambientalistas de distintas regiones que han combatido la degradación de los ecosistemas y sobre todos los bosques. A pesar de lo anterior, la respuesta de las autoridades fue lo de instalar un mecanismo para dar parte a la Procuraduría Ambiental del Estado de Michoacán (Proam) sobre casos de acoso o riesgo en contra de los activistas. No obstante, en cuanto a protección policial de los activistas y de sus familias nada se ha logrado ante el gobierno federal y estatal en los últimos cinco meses desde que fue propuesta la creación de un protocolo. No ha cumplido la autoridad ambiental en Michoacán El Secretario del Medio Ambiente de Michoacán, Alejandro Méndez, comprometió desde marzo de este año la elaboración e instalación de un protocolo específico para proteger a los defensores del medio ambiente en caso de ser necesario. Se han identificado al menos 4 regiones de todo el estado en dónde se han concentrado las agresiones del crimen organizado en contra de quienes se oponen a la destrucción de los ecosistemas forestales. "Supimos en Lagunillas contra algunas personas que denunciaban tala clandestina, se está trabajando en el protocolo. Hemos dialogando en la zona de Piedras Gordas con un activista. Incluso hubo una reunión con el Consejo Estatal de Ecología y estamos trabajando en la construcción del protocolo de seguridad de una alerta para poder actuar en este tipo de eventos que esperamos que no se repitan. Se ha estado trabajando, estamos pendientes de terminarlo", explicó el funcionario estatal. A principios de año, el Consejo Promotor para la Protección de los bosques de Villa Madero, denunciaron ante la opinión pública el secuestro de uno de sus integrantes por parte de grupos de la delincuencia organizada. Tras la presión ejercida por parte de los comuneros, se logró recuperar con vida al ambientalista. No obstante, trascendió que durante semanas persistieron las amenazas en contra de los demás integrantes del consejo que durante los últimos años ha defendido del cambio ilegal de uso de suelo a los bosques de la zona sur de Morelia. Se suman las agresiones En las últimas semanas, un periodista ambientalista de Ocumicho fue secuestrado por grupos delincuenciales después de denunciar la tala clandestina y el cambio ilegal de uso de suelo que sigue proliferando en la región. En este mismo caso, la presión de los pueblos originarios permitió recuperar con vida al también periodista. Apenas este miércoles trascendió el homicidio de otro ambientalista más en la región de Uruapan. Noé Godínez Arredondo fue encontrado sin vida la noche del martes en el municipio de Uruapan después de haber sido reportado como desparecidos el paso 18 de mayo. El pasado fin de semana comuneros de Caltzontzin denunciaron la desaparición del activista y cerraron vialidades a manera de protesta para exigir el cese a las agresiones. En enero de este año, el Consejo estatal de Ecología planteó que, si bien existen mecanismos para atender a activistas, defensores de derechos humanos y periodistas, en el caso de los ambientalistas las condiciones son aún más complejas y específicas por atenderse. En enero de 2020 fue encontrado sin vida el activista Homero Gómez, defensor del hábitat de la mariposa monarca. A decir de los mismos activistas y ambientalistas en general, se requieren esquemas de búsqueda a través de fichas similares a las de la alerta Alba y Amber en caso de la desaparición de activistas y que, desde el primer minuto, e establezcan criterios y protocolos propios de búsqueda. Durante los últimos 3 años en total han sido agredidos y asesinados poco más de 30 ambientalistas, de los cuales al menos 4 acontecieron recientemente en el estado de Michoacán. En la mayoría de los casos, la impunidad en agravio de las víctimas, sigue siendo el sello característico. Por lo anterior, la tensión se mantiene por las amenazas del crimen organizado. Los afectados y amenazados se han acercado a los mecanismos de protección a víctimas en las comisiones de derechos humanos mientras que en otros casos han comenzado a abandonar las comunidades que hasta este año habían defendido. Advierten que los grupos delincuenciales que operan en la región que incluye municipios como Acuitzio, Tacámbaro, Huiramba y el sur de Morelia están vinculados a la tala ilegal y a la producción de monocultivos. Hay más amenazas tanto en esta como en otras regiones del estado de Michoacán en donde los activistas ambientalistas, han fungido como el “último escudo” para frenar la voracidad del cambio ilegal de uso de suelo y otros fenómenos de degradación generados por los monocultivos del aguacate y las berries. Desde el homicidio del activista Homero Gómez González en la región de Ocampo y la biosfera de la mariposa monarca, trascendieron más amenazas en contra de ejidatarios y protectores del medioambiente. Municipios como Contepec en el oriente michoacano, Zinapécuaro en el Valle de Queréndaro, Madero en la zona sur de Morelia e incluso el cerro del Águila, han denunciado la presencia de grupos armados que amedrentan tanto a los propietarios de la tierra como a quienes han intentado alzar la voz.