Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Gobiernos municipales de la zona lacustre del Lago de Pátzcuaro se escudan en la incapacidad, falta de competencia y, sobre todo, el silencio en torno al rescate del que es considerado como uno de los cuerpos de agua más importantes del país por su valor ecológico, cultural y turístico. En términos generales, pese a que se han diseñado rutas de acción e invertido millonarias cantidades de dinero en proyectos diversos, la desidia ejercida por una u otra razón sigue siendo la constante en la búsqueda y aplicación de soluciones para esta problemática ambiental. La ausencia de plantas de tratamiento de agua, la falta de verdaderos planes de manejo de residuos sólidos, la dirección de aguas residuales, el uso abusivo de agroquímicos y el cambio ilegal de uso de suelo han pasado por encima de las administraciones municipales durante los últimos 40 años, periodo en que, mientras se ha planeado el rescate del lago se ha perdido al mismo tiempo casi un 50 por ciento de su volumen. Luego de que el doctor Alonso Mejía Ponce de León especialista del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y reconocido biólogo, investigador y ambientalista señaló a los municipios de Quiroga, Tzintzuntzan, Erongarícuaro y Pátzcuaro como los principales responsables del ecocidio al que ha sido sometido el espejo de agua, La Voz de Michoacán buscó a los ediles y autoridades municipales para conocer la causa de que las acciones implementadas desde sus administraciones no han incidido de alguna forma significativa en el rescate del lago. HACEN MUTIS El silencio y la negativa a responder fue lo que dos de los municipios de la región lacustre presentaron ante esta disyuntiva. A pesar de la importancia del Lago de Pátzcuaro como fuente de empleo, servicios ambientales y actividades turísticas, las autoridades municipales de Quiroga y Tzintzuntzan rechazaron responder los señalamientos sobre el tema, así como aclarar la pregunta clave: ¿qué hacen sus gobiernos para proteger el lago? En el caso de la alcaldesa de Quiroga, la panista Alma Rosa Vargas, aseguró no estar disponible en ninguna de las dos ocasiones en las que La Voz de Michoacán les solicitó información respecto a las políticas de su administración en torno a la conservación del icónico espejo de agua. Foto: Especial. Estimaciones de la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (CEACG) de Michoacán, refieren que apenas un 20 por ciento de las aguas residuales que generan los cuatro municipios lacustres se tratan, el resto termina depositado en el cada vez más afectado lago. Si bien Quiroga ha construido en años anteriores plantas de tratamiento, no operan en la totalidad de su capacidad ni del volumen que se genera diariamente de agua cruda. La alcaldesa se negó a responder sobre esta problemática o compartir cualquier acción puntual que su gobierno municipal estuviera realizando en pos de recuperar el icónico sitio michoacano. El alcalde de Tzintzuntzan, el priista Emanuel Irepani Hernández Gama, también se reservó el derecho a responder respecto a las políticas implementadas desde su administración en los últimos años a pesar de la insistencia de esta casa editorial. Foto: Cortesía. En la ribera del Lago de Pátzcuaro habitan poco más de 160 mil personas y existen 12 plantas de tratamiento, aunque todas ellas o no funcionan o lo hacen de forma deficiente. Tzintzuntzan es uno de los municipios que descarga aguas residuales al lago, pero Irepani Hernández se negó a hablar sobre un tema que investigadores y casas de estudios han considerado como crucial. ‘NOS FALTAN MÁS ACCIONES Y RECURSOS’ Por su parte, el edil de Erongarícuaro, el también priista Adrián Melgoza Novoa, reconoció que el municipio ha cumplido a medias con las obligaciones en cuanto al tratamiento de agua y residuos. Precisó que, aunado a la falta de recursos suficientes para la operación y mantenimiento de plantas de tratamiento, otros factores como usos y costumbres de las poblaciones indígenas ribereñas se han interpuesto a los proyectos locales. Comentó que el municipio ha trabajado con la Fundación Río Arronte y otras organizaciones que han inyectado recursos para la conservación del lago, no obstante, en voz del edil, se requiere además del tema tratamiento del lago, frenar la devastación de los bosques y zonas de recarga que abastecen al espejo de agua. Cumplimos a medias, la verdad es que sólo tenemos dos comunidades con tratamiento de aguas negras que es en la cabecera, donde saneamos el 95 por ciento, donde hemos recibido hasta premios. En el resto de las comunidades la gente no cuenta con drenaje, es un tema que va con los usos y costumbres que no quieren meter drenajes ni saneamiento”. Adrián Melgoza Novoa, edil de Erongarícuaro Agregó que más que el tratamiento de agua, “el problema también tiene que ver con la tala inmoderada, no soy experto pero el aguacate es algo que ya lleva en la ribera del lago más de 20 años y no hay freno de las instancias”. Las huertas de aguacate cada año invaden más hectáreas ante la permisividad de las autoridades, que no sólo permiten la instalación de más hectáreas de cultivos, sino que semestre con semestre certifican más terrenos para su producción, lo que ha impulsado a que en otros municipios se sigan los pasos de las demarcaciones líderes. Toda esta cada de cierta manera ha impactado ya también a espejos de agua como el Lago de Pátzcuaro. ‘SÍ HEMOS APOYADO’ En el caso de Pátzcuaro, el municipio con mayor densidad demográfica y hegemonía sobre las decisiones del alago, el proceso electoral ha eclipsado las acciones implementadas durante los últimos meses. El dos veces alcalde, Víctor Manuel Báez Ceja, se encuentra de licencia para contender por otro puesto de representación popular en las actuales campañas, por lo que no pudo dar su postura, si bien se recuerda que junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante las campañas de 2018, prometieron rescatar el Lago de Pátzcuaro, situación que, evidentemente, está lejos de suceder y hasta el momento sigue sin siquiera diseñarse un nuevo proyecto que haga ver asequible esta titánica tarea. Al respecto, el director de ecología, Joaquín Garduño Maya, manifestó que en el ámbito de sus competencias Pátzcuaro ha generado políticas para la restauración de la zona con el retiro del lirio, plásticos y basura que se han ido acumulando con el paso de los años en las zonas de la Riviera. El funcionario y especialista destacó que hasta la fecha se han implementado hasta 100 trabajadores para el retiro de decenas de toneladas de lirio, así como de plásticos y basura que afectan a la contaminada cuenca, mientras que otro de los programas que esperan es la consolidación del lago como sitio Ramsar a nivel internacional y la implementación del nombramiento de Área Natural Protegida que obligue a todos los niveles de gobierno a implementar y cumplir con más medidas. “Se implementó el programa Cero Plásticos y también maneja o regula el uso de aceites y líquidos que afectan al lago. Ese fue un primer paso de lo que se empezó a hacer en el municipio de Pátzcuaro para el rescate del lago. El lago abarca cuatro municipios, nosotros hacemos lo que corresponde en nuestro ámbito, pero en el 2020 el Ayuntamiento hizo la solicitud a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para que la totalidad del lago sea considerado como sitio Ramsar”, compartió el funcionario. NO SE TRABAJA COMO SE NECESITA Aún con las versiones de los presidentes municipales e incluso el silencio, el hecho probado es que las 12 plantas tratadoras que fueron construidas para reducir las descargas de aguas negras en los 4 municipios operan en promedio a no más del 30 por ciento de capacidad en promedio y en otros casos, no han sido concluidas. En tanto se cuenta con la infraestructura necesaria para sanear la llegada de aguas residuales, las especies endémicas de la región como el pescado blanco, y la salud de miles de personas de comunidades rurales e indígenas aledañas siguen siendo afectadas por los altos niveles de contaminación que se comienzan a acrecentar. Sobre los recursos, los mismos gobiernos estatales han señalado a los ayuntamientos como omisos hasta cierta medida. En el caso de Pátzcuaro, la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas ejemplificó el año pasado que Pátzcuaro “apenas” destinaba 15 millones de pesos al año al tratamiento de agua, lo que infería la necesidad de redirigir más recursos si realmente se quería avanzar sobre el tema y no solamente cumplir en papel.