Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El abandono financiero y operativo a través de planes de manejo deja serias consecuencias en los manglares de Michoacán, ya que los 9 humedales ubicados en las zonas lacustres, de la Costa, Morelia y Zacapu, presentan alto grado de degradación por la contaminación, tala clandestina, cambio de uso de su suelo, extracción de recursos y hasta caza de especies nativas. La falta de compromiso de ayuntamientos y del gobierno del estado en el manejo de los humedales ha derivado en la falta de reconocimiento como zona de manglar de espacios en la zona sur de Cuitzeo. Arturo Chacón, activista, ambientalista y profesor del Instituto de Investigaciones de los Recursos Naturales de la Universidad Michoacana (INIRENA), urge que se destinen recursos a la conservación de los manglares. Señaló el ejemplo del manantial de La Mintzita, en Morelia, donde, a pesar de contar con el reconocimiento internacional de Sitio Ramsar desde hace casi dos décadas y a pesar de contar con un Consejo Ciudadano para su manejo, no se le presupuestan recursos para conservación. “Michoacán cuenta con 9 humedales. El Lago de Cuitzeo, a pesar de todos los esfuerzos que hemos hecho para decretarlo Sitio Ramsar, ya no han querido apoyarnos en la Federación. Gran parte de las razones por las cuales ya no se incrementan en Michoacán los Sitios Ramsar es porque hay un descuido de estas zonas. En un principio eran apoyados de manera internacional en términos de decreto, darles el distintivo y formar parte de la convención Ramsar", explicó el especialista. Desde la Laguna del Caimán, en la costa de Lázaro Cárdenas, hasta el Manantial de la Mintzita, el Lago de Pátzcuaro y la laguna de Zacapu, son considerados espacios de humedal que, a pesar de la riqueza en fauna y biodiversidad, son fuertemente asediados por la contaminación, el cambio ilegal de uso de suelo e incluso incendios provocados. Desde 2019 se hizo la propuesta de decretar todo el Lago de Pátzcuaro como Sitio Ramsar; no obstante, también dicha solicitud se mantiene pendiente a casi tres años de distancia. En el municipio de Morelia la situación es similar. El Manantial de la Mintzita constantemente es asediado en la zona de tule por incendios mayormente provocados. A pesar de las intenciones de los colonos por apagar y prevenir los incendios, la voracidad de quienes tratan de forzar el cambio ilegal de uso de suelo sigue superando las intenciones de conservación. Los manglares han sido considerados uno de los ecosistemas más productivos del planeta, ya que constituyen una parte importantes en la riqueza natural de nuestro país y de nuestro estado. A nivel mundial, México ocupa el cuarto lugar en superficie ocupada por este ecosistema, con aproximadamente 770 mil hectáreas, sólo detrás de países como Indonesia, Brasil y Australia. De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad, en el periodo entre 2005-2010 Michoacán fue el estado que presentó la mayor pérdida de manglares a nivel nacional con 8 por ciento anual. El crecimiento demográfico del puerto de Lázaro Cárdenas ha traído consigo la destrucción de las zonas de humedales y de manglares, los cuales han sido reducidos en un 60 por ciento de su superficie en los últimos 40 años. Lo anterior ha tenido una repercusión directa en la biodiversidad faunística y de la misma flora de la región. Los manglares almacenan hasta un 70 por ciento de las especies, gracias a que en estas aguas convergen agua salada y agua dulce que mejora las condiciones reproductivas de especies incluso endémicas. “No se ha podido, en el caso de Michoacán, apoyar desde el punto de vista financiero ni con el plan de manejo. Para el caso de Cuitzeo, estamos condicionados hasta que exista un compromiso de los municipios y del estado de administrar y manejar los humedales. Esto, igual que con las Áreas Naturales Protegidas, no tiene financiamiento ni planes de manejo. Cómo en el caso de La Mintzita, que tiene un plan de manejo, un consejo ciudadano y pues no se toma en cuenta en financiamiento", lamentó el especialista. Entre los casos concretos de preocupación resalta Lázaro Cárdenas, en donde la situación es caótica. Diariamente se vierten 8.5 millones de litros de aguas negras en los manglares, lo cual significa un impacto ambiental negativo a las especies que ahí habitan. Uno de los principales cambios de uso de suelo que se desarrolla en los manglares tiene su origen en la ganadería y en el crecimiento de la mancha urbana, por lo que incluso se está trabajando, en coordinación con la academia, para realizar una actualización del ordenamiento ecológico municipal, que permitirá hacer el diagnóstico de la situación actual de los manglares presentes en la Costa y otras regiones. En 2019, el estudio presentado por Jean Francois Mas Caussel, del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) de la UNAM Campus Morelia, menciona que entre los años 2007 y 2014 las zonas de manglares ocupaban una superficie entre mil 743 y mil 554 hectáreas en Michoacán y que ha ido perdiendo densidad, así como superficie.