Arturo Molina / La Voz de Michoacán Devolver al bosque su valor económico y de riqueza la principal herramienta para frenar el cambio ilegal de uso de suelo, la explotación ambiental y frenar la extrema degradación de los bosques michoacanos, asevera la actual administración estatal. En voz de Alejandro Méndez, titular de la Secretaría de Medio Ambiente en la entidad, en los últimos años la política económica del estado se ha recargado a la producción agrícola, mientras que los productos de la práctica silvícola se han ido difuminando junto con las posibilidades de contener el daño al medioambiente que originan decenas de cultivo que año con año arrasan con los ecosistemas locales. Explicó que, en el caso de Michoacán, las zonas en donde se extraen recursos maderables y de resina se advierte un mayor control y menor afectación por los incendios forestales, lo que en parte revela la ruta a seguir. “Ha venido disminuyendo el tema de la producción maderera y tenemos que revertirlo de alguna manera. No hemos logrado que el bosque sea productivo, que el bosque en Michoacán sea una fuente de riqueza, de prosperidad para los dueños del bosque”, argumentó Alejandro Méndez. “EL bosque ha tenido distintas etapas desde las concesiones, las épocas de las grandes compañías madereras. En estos últimos años el bosque perdió valor o no le hemos dado el valor que requiere y lo ha ido perdiendo valor frente a las frutillas y el aguacate. Es una cuestión económica”, enfatizó el funcionario estatal ante la opinión pública. El tema económico es uno de los principales factores que inciden en las prácticas ilegales de cambio de uso de suelo forestales para la instalación de monocultivos como las berries y el aguacate. Las ganancias que obtienen los productores de frutos de alto rendimiento son abismales en comparación con los ingresos que se llegan a obtener por predios forestales poco aprovechados en distintas actividades. Por lo anterior, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente insistió en que se debe de fortalecer y capacitar a los ejidos de distintas regiones forestales del estado como principal arma para frenar la degradación ambiental y mejorar las condiciones económicas de miles de familias. “En las zonas en donde todavía se resina, cuando hay un conato de incendio éste se apaga de manera inmediata. Nosotros estamos con las estadísticas de que las zonas de aprovechamiento forestal se apagan rápido los incendios. No hemos encontrado la fórmula para que la riqueza se transforme en beneficio para los dueños del monte”, manifestó el titular de medio ambiente de Michoacán. La intención es que Michoacán recupere el primer lugar a nivel nacional tanto en la producción maderable, resinas y otros servicios ambientales que además de dejar creces en materia económica, representan una mejora significativa para el medio ambiente y su conservación. El reto es complejo, de acuerdo con la autoridad estatal y los propios especialistas. Años de deforestación, incendios forestales y cambio de uso de suelo impulsados por la instalación de monocultivos de gran valor comercial como el aguacate y las berries generaron en sólo diez años, la producción maderable bajara en un 50 por ciento, es decir, de un millón de metros cúbicos. La práctica silvícola se redujo a solo 500 mil metros cúbicos en menos de una década, lo que implicó una pérdida de al menos cien mil empleos. Y es que, según autoridades ambientales, Michoacán cuenta con una gran superficie de terrenos de vocación forestal con un 70 por ciento de su extensión con estas características, las cuales pueden ser explotadas de manera sustentable y con una gran cantidad de beneficios para las comunidades. Junto con el declive del aprovechamiento forestal se perdieron al menos 100 mil empleos directos e indirectos, mismos que se buscarán recuperar a partir de los programas desplegados por la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom) y la Conafor (Comisión Nacional Forestal). NOTA RELACIONADA / Daño Avanza impacto Cabe destacar que México es uno de los cinco países en América Latina y el Caribe con mayor cantidad de bosques y selvas. La superficie forestal arbolada ocupa alrededor de un tercio de nuestro país, con 64.8 millones de hectáreas, de la cual, un poco más de la mitad, el 53 por ciento, se clasifica como bosques y el 47 por ciento restante corresponde a selvas. En cuanto a Michoacán, se considera a los productores de aguacates y berries como los principales depredadores forestales; los incendios y el cambio ilegal de uso de suelo le cuestan unas 60 mil hectáreas de bosque cada año a la entidad. HERRAMIENTAS 50% CAÍDA de prácticas silvícolas 300 HECTÁREAS de cultivos forestales hay “No hemos logrado que el bosque sea productivo, que el bosque en Michoacán sea una fuente de riqueza, de prosperidad para los dueños del bosque” Alejandro Méndez, Secretario de Medio Ambiente “En las zonas en donde todavía se resina, cuando hay un conato de incendio éste se apaga de manera inmediata” Alejandro Méndez, Secretario de Medio Ambiente
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