Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Al menos 80 hectáreas de la superficie seca del Lago de Cuiteo han sido invadidas por actividades agrícolas y viviendas. Ante las condiciones de sequía del espejo de agua y los intereses de especulación por el uso de suelo, el segundo lago más grande del país sigue perdiendo terreno ante la voracidad y la falta de vigilancia. La organización Amigos del Lago de Cuitzeo denunció ayer el ecocidio en el que incluso señalan la participación de funcionarios municipales de Huandacareo, en contubernio con organizaciones civiles y ejidales. A pesar de los discursos de conservación del lago en los últimos años, hay intentos de escrituración en la zona. Foto: Arturo Molina En voz de Getulia Maycote, integrante de la organización, señaló que el daño sigue creciendo en la zona a pesar de las denuncias que han interpuesto los ambientalistas ante las distintas autoridades federales y estatales responsables por la conservación del lago. “Son 80 hectáreas. Es en Huandacareo y es un grupo invasor que se hace llamar Ejido. Son terrenos para sembrar. Estas son algunas fotografías que tomamos y ya están rellenando, están metiendo maquinaria y han hecho zanjas”, dijo. Han puesto casitas, cuartitos en el vaso del agua. Una construcción en el lago es de los invasores y eso lo hizo el presidente municipal Humberto González en la primera administración cuando estuvo de diputado, al final hizo una calle en esa área y hace 15 días quería darles escrituras, aunque sea zona federal”. Getulia Maycote, integrante de Amigos del Lago de Cuitzeo Además de la invasión de las 80 hectáreas, la deforestación de hasta 100 mezquites fue denunciada por parte de los activistas. Señalaron la importancia de los mezquitales como flora endémica de la región, lo cual tampoco ha sido atendido por parte de la Comisión Nacional Forestal o la Semarnat por el delito de deforestación. En rueda de prensa, compartieron fotografías de la devastación en la que en flagrancia e impunidad, maquinaria pesada, camiones de materiales y decenas de personas trabajan todos os días en construcciones y el establecimiento de asentamientos agrícolas en el que alguna vez fuera un lago de agua salada. Video: Arturo Molina Las imágenes documentadas por las activistas evidencian el daño generado con la ubicación de material de escombro, al menos un pie de casa construido, zanjas de riego e incuso tierras ya labradas en espera de ser aprovechadas para los próximos años. Desde hace al menos 40 años, los niveles de lago en los cuatro puntos cardinales se han ido reduciendo y con ello, las pretensiones de comunidades y poblaciones de comenzar a fincar viviendas y adueñarse en general de la tierra. En 2020, el entonces alcalde de Cuitzeo, Fernando Alvarado Rangel, denunció ante la opinó publica la invasión el espejo de agua. A pesar de los señalamientos del edil, en dos años no se generaron estimaciones por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) o al menos estudios que fueran difundidos a la opinión pública. Foto: La Voz de Michoacán. Se señaló que incluso los problemas de falta de agua del lago de Cuitzeo comenzaron desde que se construyó la presa de Cointzio, al sur de la ciudad de Morelia. Acusó que el volumen de agua que se almacena en este embalse para el abastecimiento de casi un millón de habitantes es el que falta en la cuenca afectada. Entre otros problemas que atraviesa Cuitzeo se encuentran la falta de empleos a los pescadores y por el exceso de pesca que han sometido en las pocas zonas donde aún quedan zonas relativamente profundas. Entre las pocas propuestas que se han presentado, se encuentran las de esta misma demarcación, que incluyen en las atracciones turísticas para dar un respiro a la actividad pesquera y, por otra parte, fomentar la pesca deportiva. Especialistas han advertido el impacto al lago. Para resguardarlo se ha referido que la Semarnat debe decretar al lago como zona de restauración ecológica; la Comisión Nacional del Agua debe de establecer los linderos de la zona federal a partir de la cota de altitud de los mil 820 metros sobre el nivel del mar y debe elaborar el balance hidrológico de toda la cuenca estimada en 4 mil kilómetros cuadrados. En paralelo se deberá de determinar y garantizar el caudal ecológico del lago que por mínimo son 250 millones de metros cúbicos; se debe de obligar a los municipios ribereños a elaborar su Ordenamiento Ecológico Territorial; en ese documento se deberá establecer que cada porción de la ribera que corresponda a cada municipio la política ambiental es de protección y que el uso de suelo es de restauración con reforestación y protección hidrológica. Asimismo, cada municipio debe de estar obligado junto con la Conagua y la Comision Estatal del Agua y Gestion de Cuencas (CEAGC) a restaurar manantiales y limpiar cañadas para que el agua de lluvia llegue al lago sin obstáculos.
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