Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Ante la falta de atención por parte de autoridades ambientales de los tres niveles de gobierno, la comunidad de San Pedro Piedras Gordas el municipio de Villa Madero consolidó su propio consejo de protección al medio ambiente. Ejidatarios, comuneros colonos, trabajadores del campo, ambientalistas y sociedad en general conformarán una auténtica autodefensa del medio ambiente en el estado, con la cual detectarán el cambio ilegal de uso de suelo y cortarán los consumos excesivos de agua en las huertas de monocultivos. A través de un acuerdo firmado en días pasados, la población de la comunidad enclavada en el sur de Morelia y afectada por el cambio de uso de suelo se comprometió a cumplir seis puntos que van de la mano con la legislación Federal-Estatal y qué denuncian, no se han hecho cumplir en los últimos años. Se comprometen a proteger los bosques y aguas por tratarse del patrimonio del presente del futuro de la comunidad. Mismo que destacaron se ha visto afectado por los intereses de productores de berries y aguacates de los últimos años. Asimismo, harán valer las leyes ambientales federales y estatales para con ello, asegurar el equilibrio ecológico en la comunidad, así como el derecho de toda la población de medio ambiente sano. Suscriben los acuerdos de la mesa de seguridad ambiental y participar en la próxima sesión de trabajo siempre y cuando sean convocados por las autoridades ambientales del gobierno del Estado de Michoacán. Señalaron que también aplicarán a la comunidad de San Pedro Piedras Gordas los acuerdos y las leyes ambientales como medio para garantizar la preservación de los bosques y las aguas que hacen posible la vida de la comunidad y las poblaciones establecidas tierras a bajo. En uno de los puntos más relevantes de los acuerdos promovidos y signados por la comunidad se destaca que todos los propietarios de predios originalmente boscosos en donde se haya hecho o que está haciendo algún cambio de uso de suelo se deben de exhibir los permisos correspondientes de cambio de uso de suelo, así como aprovechamientos extensivos. En caso de que no los tengan, deberán de parar y sujetarse a las disposiciones de la propia comunidad, así como de las dependencias de los tres niveles de gobierno. El uso del agua para el aprovechamiento de los sistemas productivos también fue señalado en la minuta signada por los encargados del orden de la comunidad. Dichos servicios de eran ser negados "toda vez que generan desequilibrio ambiental, además de no ser sostenibles ni en el presente ni en el largo plazo". Durante el fin de semana pasado, integrantes de la comunidad participaron en las jornadas de limpieza y mantenimiento de los bosques que han visto disminuir en los últimos años por efecto del cambio ilegal de uso de suelo y la sobre explotación de los monocultivos como el aguacate. Dejaron en claro que en los últimos años los aguacateros y productores de diversos frutos y monocultivos han perforado pozos, construido ollas de agua y desviado arroyos para abastecer sus huertas. Con lo anterior se ha dejado prácticamente desprotegidos a comunidades rurales, a productores locales y cultivos rudimentarios que poco a poco se han ido desplazando ante la voracidad del campo de monocultivos. Aunado a la protección del agua se trabajará que quienes busquen comprar hectáreas de bosques o integrarse propietarios de predios forestales, estén enterados de que no se tolerará la modificación del suelo o la instalación de nuevos sistemas agrícolas que perjudiquen a los ecosistemas de la región. Durante este 2021 percibieron fuertes daños a las reservas forestales de Madero. Principalmente por incendios y cambio ilegal de uso de suelo en lo que va del 2021, se advirtió daño en los ejidos del Gavilán, 25 hectáreas; las Carboneras, 20 hectáreas; Coalcomecas, 35 hectáreas; el puerto del Fresno, 50 hectáreas; los manantiales de Moreno, de la Pitaya, del Zangarro, de Porúas y Villa Madero. En total se han detectado más de 400 de hectáreas pérdidas lo que va de este 2021 por efectos del cambio de gas de uso de suelo y la instalación de huertas de aguacate en las diferentes zonas tanto de Villa Madero como de otros municipios circunvecinos. Denunciaron los especuladores del suelo y delincuentes ambientales aprovecharon la pandemia y la pausa en las funciones de dependencias estatales ambientales para atentar en contra de los ecosistemas.