José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Jiquilpan, Michoacán. Vecinos de la calle Nicolás Bravo, al poniente de la ciudad, demandaron la intervención de las autoridades ambientales de los tres órdenes de gobierno ante la contaminación que sufren a causa de descargas residuales de una empresa procesadora de lácteos. En esta ocasión los vecinos destacaron que derivado de la saturación de las líneas de drenaje en esta parte de la ciudad, las aguas residuales de la empresa se mezclaron con las descargas urbanas, lo que ocasionó estancamiento de residuos industriales en las calles aledañas y en al interior de las viviendas, por lo que están demandando apoyo de las autoridades, toda vez que, dicen, esto se trata ya de un evento recurrente en esta parte de la ciudad y temen que ello pudiera ser factor de enfermedades gastrointestinales, respiratorias y de la piel. Destacan que desde hace años han venido pidiendo la intervención de las autoridades ambientales sin resultado alguno, toda vez que los restos industriales terminan en el Río Jiquilpan debido, posiblemente, a que la empresa procesadora de lácteos no cuenta con una planta de tratamiento de sus residuos y resulta insuficiente para la carga de trabajo; en virtud de ello, han pedido también a los representantes populares, locales y estatales atender este asunto sin que hasta la fecha se tengan respuesta a este tema. No es la primera vez No es esta la primera ocasión que vecinos de la parte oriente de la ciudad se quejan de saturación en los sistemas de drenaje a causa de las descargas de esta empresa, ni es esta la única parte de la ciudad que sufre esta problemática, toda vez que vecinos de la calle Diego José Abad, a un costado de Palacio Municipal, han denunciado un sinnúmero de ocasiones la saturación de los drenajes y el desbordamiento de los residuos industriales al Río Jiquilpan. Incluso, vecinos del área cercana a la alcaldía denunciaron procesos de contaminación de norias debido a saturación de descargas residuales de industrias de lácteos asentadas en las cercanías del Río Jiquilpan. Vecinos de la esquina de la calle Ornelas y Nicolás Bravo de esta ciudad destacaron que desde hace varios días que la alcantarilla del sistema de drenaje del Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS) comenzó a arrojar los excedentes de aguas negras mezclados con las grasas residuales de las industrias lácteas locales. Lo anterior, dijeron, ha generado olores insoportables no sólo en esta cuadra, sino que, aseguran, las aguas residuales se han filtrado al manto acuífero que abastece a varias norias de las casas vecinas, lo que ha obligado a los propietarios de estos hogares a cancelar estos abastecimientos. Es de destacar que luego del reporte emitido por los vecinos ante las autoridades responsables del abasto de agua, se emitieron instrucciones para que una cuadrilla se diera a la tarea de recorrer la vera del Río Jiquilpan y diera solución a este problema. Es de destacar que no es esta la primera ocasión que los habitantes de este municipio se quejan de la falta de voluntad de varias descremadoras para que la disposición final de sus aguas residuales no afecte el medio ambiente. Ya durante la administración 2015-2018, el OOAPAS había colaborado con estas industrias para la implementación de fosas de sedimentación que permitieran reducir el impacto al medio ambiente. El diagnóstico emitido en ese entonces por el organismo destacó que las grasas provenientes de industrias o puestos de comida se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para la paramunicipal, toda vez que una vez que se enfrían tienden a solidificarse y generan taponamientos en las redes de drenaje, lo que provoca los desbordes de aguas negras. En el caso de las calles Ornelas y Nicolás Bravo, además de los olores que se desprenden y afectan a los vecinos, éstos lamentaron el hecho de que estos escurrimientos de grasa lograron filtrarse a las norias cercanas, por lo que, dicen, “se pudrieron” y tuvieron que sellarlas para evitar problemas de salud. Es de señalar que anteriormente, algunas viviendas contaban con noria en los patios de sus hogares, esto es pequeños mantos acuíferos que eran explotados para uso doméstico, incluso eran utilizadas como agua de consumo. En el caso de estos vecinos lamentaron la cancelación de sus perforaciones, lo que representará un gasto significativo para abastecerse de agua y buscar la posibilidad de rehabilitarlas.