Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán San Felipe de los Alzati, Michoacán. “Un mexicano siempre tiene una nochebuena en su casa”, es una máxima de Salvador de Jesús Manuel, productor de esta flor en San Felipe de los Alzati, en el oriente michoacano; por eso, ni la pandemia fue impedimento para que miles de frondosos brotes, de rojos intensos, salpicadas de tonalidades, de diversos tamaños y variedades, llegaran a igual número de hogares del país. A estas fechas la venta se encuentra en su recta final, el 80% de los productores ya comercializó toda su flor; algunos viveros, como Invernathor, propiedad de Salvador, ya no están tapizados y repletos de macetas, como lucen entre finales de octubre y principios de noviembre. La nochebuena es una flor de herencia prehispánica y actualmente es símbolo mundial de la Navidad. En México se producen más de 16 millones de plantas de 30 variedades de la flor y Michoacán es el quinto estado que más la produce. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Es antes del mediodía, una familia camina entre los pasillos terregosos y húmedos en busca de la mejor flor; un trabajador alimenta las nochebuenas con rocíos de agua; unos más acomodan otra carga que recién llegó; Salvador asume el mando y dicta instrucciones. Son 11 meses de trabajo. Desde febrero se inicia el proceso, el cual termina entre el 20 y 24 de diciembre con las últimas ventas, periodo necesario para que los compradores se lleven flores frescas, no aviejadas ni pasadas, desde los últimos días de octubre. “Es una escuela de toda la vida, nunca dejas de aprender”, pondera Salvador al cuestionarle sobre el proceso para que una planta floree frondosa y de óptima calidad. Tengo 20 años en este ramo y no dejo de aprender; cómo generar más brotes, cómo sacar una planta con un rojo intenso, un follaje verde, una raíz abundante, una altura aceptable dentro de todos los requerimientos del comprador y del ama de casa. Entonces uno no deja de aprender aquí, no te puedo decir es ‘así y así’”.Salvador, productor. Pero explica lo elemental: se compra la planta madre a principios de febrero y se le va dando la separación de acuerdo con el desarrollo que se vaya obteniendo y según el espacio requerido; a la vez se va podando para que surjan los brotes y crezcan las flores. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Mientras la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno federal asegura que Michoacán produjo 829 mil 826 plantas con flores de nochebuena, Salvador tiene otros datos. Sin aspavientos y a secas afirma: son 5 millones. LA PANDEMIA NO LOS DETUVO A diferencia de lo que ocurrió con la comercialización de la flor de cempasúchil debido a las restricciones en los panteones el pasado noviembre, la nochebuena libró la crisis, aunque no se descartaba un panorama negativo. “Nosotros, gracias a Dios, la situación que está viviendo el planeta entero no nos afectó de tal forma como uno esperaba, negativamente, fue todo lo contrario. Ahorita el 80% de los productores ya terminó su producción, hay otros que de alguna manera todavía estamos en etapa de venta, porque digamos que no estaba floreada al 100%, cuando hace un mes venían personas que requerían de 2 mil, 3 mil, 4 mil plantas”, explica Salvador. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. La nochebuena ayudó a mucha gente a paliar un poco la crisis económica debido a la pandemia; personas, profesionistas, obreros… compraron la flor y la revendieron, de esa forma obtuvieron un ingreso; “todos nos ayudaron”, agradece. Compradores acuden a la región de todas partes del territorio mexicano, como de Tijuana y Monterrey. Además, las vías de comunicación los favorecen, como el estar a pie de carretera. Tráileres, camiones torton, no tienen ningún obstáculo para entrar y salir y llevarse grandes cargas de flores. “Somos privilegiados en ese aspecto”. HUMILDAD ANTE TODO Cuando se generan plantas muy preciosas, asalta la tentación del ego y la vanidad, de decir “yo soy el mero mero”, advierte Salvador; “cuando en realidad quien hace todo es quien ‘creó’ todo; nosotros no somos más que un instrumento. Entonces aquí aprendes a hacer a un lado tu ‘yo’, a reconocer que hay alguien y que uno es solamente un instrumento”, recalca. Suele pasar que un año sale bien, te gana la vanidad, y en otro año viene todo lo contrario, es ahí donde te das cuenta de que no eres lo que tú piensas, sino que, de acuerdo con todas tus actividades que realices, todo lo que pienses, es lo que determina, todo lo que atraemos, todo lo que se refleja a nuestro alrededor”.Salvador, productor AL CLIENTE LO QUE PIDA Y CON LA MEJOR CALIDAD El objetivo es darle el mejor servicio al cliente, sean niños, amas de casa, profesionistas, licenciados, personas que están en un cargo gubernamental; desde cargar una pequeña camioneta con importantes cantidades de plantas de forma apiñada hasta lo que parecía impensable: llenar un pequeño ‘vocho’ con 80 macetas y dos personas a bordo con destino hacia Querétaro. “De alguna forma todos ellos (clientes) nos dejan una enseñanza, ¿una enseñanza en qué aspecto? Humanitaria. El servicio que requiera el cliente vamos a tratar de implementarlo y de darlo para que quede satisfecho. Uno nunca deja de aprender aquí y el contacto con todos y cada uno de ellos nos deja una enseñanza para ser mejores humanos”, expresa el productor. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. GENERACIÓN DE EMPLEOS Cuando otros oficios escasean, como de albañil, por la temporada de venta de la nochebuena, en ésta se ocupan y se asegura el sustento económico. Salvador ahora tiene de empleados a cuatro estudiantes y cuatro albañiles. Toda la comunidad de San Felipe de los Alzati está ocupada en este ramo. “Ellos no tienen trabajo, pero se presenta esto y engranan también aquí”. Aunque no tiene una cantidad exacta de todos los empleos que genera la nochebuena, está seguro que toda la juventud de la región está ocupada. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. “Cuando se carga un tráiler, un torton, nosotros estamos buscando mano de obra o personas que nos ayuden; todos los jóvenes están ocupados gracias a esta actividad”. Casi es mediodía y los trabajadores desfilan por las veredas del vivero con macetas en las manos, las acomodan y vuelven por más. “Ey, sigue la línea, porque ya se están contando para entregar mil 500”, ordena Salvador. Han llegado otros clientes y hay que satisfacerlos. Negocian la compra de otras miles de flores. Buscan empaques especiales y Salvador les sugiere la mejor opción. En México se producen más de 30 variedades de nochebuena, entre rojas, blancas, amarillas, rosas, rayadas y marmoleadas, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural; Salvador logra alrededor de 20, pero a mediados de este diciembre solo le quedan unas 10. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán.