Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. De manera unilateral y sin consultar a las autoridades locales, el estado de Michoacán sigue siendo destino para decenas de presos de alta peligrosidad que, ante el cierre de Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos), han terminado en el penal de Buenavista Tomatlán, en una de las regiones más afectadas por la presencia de grupos delincuenciales. Tras manifestar su preocupación respecto a la situación, el gobernador Silvano Aureoles Conejo señaló que a pesar del riesgo que existe, provenientes de Ciudad Juárez, Puente Grande en Jalisco y otros estados del país siguen trasladando a presos de alta peligrosidad a dicha zona de la tierra caliente. Si bien se reconoce que es un asunto del Gobierno de la República, el mandatario michoacano advirtió que por meras razones de seguridad y reforzamiento en las regiones debería de existir la coordinación con las autoridades locales, que incluso podrían coadyuvar en cualquier logística necesaria e implementar estrategias de seguridad coordinadas. No obstante, destacó que el Gobierno del Estado y su propio gabinete se han enterado de todo esto de último momento, al momento de coincidir con la llegada de presos de alta peligrosidad al mismo tiempo que una gira del mandatario Silvano Aureoles en el municipio de Uruapan, por lo que el llamado de la autoridad michoacana fue a empatar los esfuerzos de ambas administraciones en cuanto al sostenimiento y logística de las prisiones en la entidad. PENAL ESTÁ EN UNA ZONA CONFLICTIVA Es de destacar que hasta el momento ni siquiera el Gobierno del Estado conoce el total de presos que han llegado a Buenavista Tomatlán, municipio terracalenteño enclavado en los límites con el estado de Jalisco, en tanto que el único dato con el que se cuenta es que, a pesar de las observaciones por las violaciones a los derechos humanos, siguen lle-gando casi todos los días nuevos internos. Nosotros no tenemos injerencia, lo han estado llenando de internos que traen de otros estados y nos enteramos hasta que llegan, porque no nos avisan para tomar previsiones correspondientes”, se quejó el mandatario estatal. En julio del año pasado, en un hecho sin precedentes, la Tierra Caliente michoacana se convirtió en una extensión del Penal de Puente Grande; más de 380 reos del penal de máxima seguridad fueron trasladados al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) en el municipio de Buenavista Tomatlán, con lo que varios de los criminales de alto impacto ya son resguardados en esta zona, una donde además se libra una batalla entre pobladores e integrantes de un grupo criminal de Jalisco. No nos han dicho nada; en otros casos ayudamos, ayudamos con la Guardia Nacional a algunos accesos, con el agua y cosas de esa naturaleza, pero en este caso de los reos el gobierno federal no nos ha dicho nada”, ex-plicó el mandatario. Durante el 2020, esta misma demarcación, una de las más afectadas en términos de seguridad por las incursiones de grupos delictivos del estado vecino de Jalisco fue elegida como recipiendaria de casi 400 presos, de los cuales, trascendió que la mayor parte de los internos que llegaron a Michoacán cumplen penas por delitos de alto impacto, caso concreto de la delincuencia organizada.
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