Pérdida de identidad y barreras culturales: lo que enfrentan niños y niñas migrantes de Michoacán

Especialista habla sobre los desafíos que atraviesan los infantes que nacieron en Estados Unidos y que deben volver a México.

Abril García / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Las infancias que han nacido en Estados Unidos y que deben volver a México atraviesan desafíos en cuanto a la convivencia familiar, a la integración en las escuelas y a las barreras culturales, expuso la maestra Alethia Vargas Silva de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).

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Durante el conversatorio “Migración desde la mirada de las infancias, en comunidades de Michoacán” organizado por el Colegio de Michoacán (COLMICH), la especialista habló de su experiencia trabajando en municipios de Michoacán con niños y niñas que han transitado entre Estados Unidos y México o que tienen familiares que lo han hecho. En especial, detalló haber laborado en Yurécuaro, Tanhuato, Coahuayana y Ciudad Hidalgo.

Para la especialista, uno de los principales desafíos de estos niños y niñas migrantes es la adaptación en las instituciones educativas, ya que gran parte de los conocimientos que han memorizado en Estados Unidos no tiene utilidad en el programa de estudios en México. “Pueden no saber quién es Miguel Hidalgo, pero sí saber quién es George Washington”, ejemplificó. Por esta razón, recalcó la importancia de que los exámenes de admisión de las escuelas se adapten a estas necesidades.

Otro de los puntos que se tocó durante el conversatorio, fue que los familiares mexicanos de estos infantes migrantes en ocasiones consideran que han perdido su identidad durante este tránsito, ya que presentan diferencias con ellos como lo es preferir las tortillas de harina a las tortillas de maíz.

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Ante esto, la psicóloga apuntó que estos niños y niñas tienen una identidad trasnacional, la cual esta atravesada por sus experiencias de tránsito que se manifiestan en sus gustos culinarios, en su manera de vestirse y en sus expresiones verbales. Citó el caso de un niño michoacano que describió su ciudad perfecta como una mezcla entre ambos países: “si hubiera el pozole que hace mi abuelita en Ciudad Hidalgo y un Chuck E. Cheese's a lado, sería perfecto”.

A la vez, señaló que los infantes que vuelven de Estados Unidos para vivir en México son excluidos en sus aulas de clase, siendo llamados “gringuitos”. “Eso es algo que encontramos en varias partes del estado, donde más allá de pensar en la inclusión social, a veces la misma escuela pareciera que pone ciertos límites”, mencionó.

Por otro lado, apuntó la importancia de entablar conversaciones con los niños y las niñas para explicarles el fenómeno de la migración y hacerles saber cuando un familiar se marcha. “Hubo varios chicos y chicas que decía que un día se despertaron y sus papás ya no estaban en su casa, que les hubiera gustado que les avisaran para poder despedirse de ellos", relató.

"Si bien es cierto que no es que podamos consultarles a los niños y a las niñas sobre las decisiones familiares, si les podemos informar y eso de alguna forma puede apoyar en la transición que vive la familia”, agregó durante su diálogo con el maestro Luis Huacuz Dimas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).