Migrantes michoacanos, víctimas de los planes de Trump sobre cárteles mexicanos

Además de la xenofobia y las duras políticas antiinmigrantes, los michoacanos que viven en Estados Unidos podrían sufrir mayor rechazo por el discurso de Donald Trump

Foto: Especial.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Consecuencias como la xenofobia y hasta el riesgo para los migrantes, podrían derivarse de las declaraciones del presidente Donald Trump a la comunidad michoacana que radica en el país vecino del norte. Luego de que el gobierno de Estados Unidos anunciara que calificará como organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos, hay temor en Michoacán.

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Datos de inteligencia destacan que de los más de 100 grupos delictivos que hay en el país, al menos 34 operan o tienen relación al estado de Michoacán. Lo anterior ha levantado la preocupación de diferentes sectores que ven en las declaraciones del mandatario estadounidense la posibilidad de una intervención militar en territorio mexicano, aun cuando el gobierno federal de México ha sido enfático en que se permitiría la colaboración, más no la intervención.

En entrevista con medios de comunicación, José Luis Gutiérrez Pérez, titular de la Secretaría del Migrante, manifestó su preocupación en torno a estas declaraciones. Solamente en el caso de Michoacán hay más de 4 millones de paisanos en estados como California, en donde año con año han visto endurecerse las políticas y los discursos antiinmigratorios.

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Destacó que la situación es compleja para los michoacanos. De los más de 4 millones, al menos 850 mil aún viven en condiciones de indocumentados, por lo que el riesgo de ser deportados sigue latente prácticamente todos los días.

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La mentalidad no se ha logrado cambiar. A decir del secretario del Migrante, los indocumentados tanto mexicanos como indocumentados siguen siendo tratados como delincuentes cuando el tema migratorio no constituye delito alguno, por lo anterior, señaló que se reforzarán las campañas de información a los migrantes mexicanos para evitar que sigan cayendo en este tipo de tratos cuando son detenidos.

“No hay un sustento jurídico y no hay una estrategia en caso de diferentes niveles de gobierno para que sea en un plan de colaboración. No hay un problema focalizado en México, hay problemas regionales y la migración es el tema más evidente. Necesitamos programas regionales y otros temas regionales. Tendrá que haber un gran diálogo y una visión del gobierno de los Estados Unidos de cómo vamos a tener mejor diálogo, pero sin olvidar que compartimos familias. Es discriminación, racismo. Desde que llegó Trump al poder el gran desafío es cómo dar un mejor acompañamiento en los derechos de los connacionales, seguimos haciendo énfasis en las campañas de apoyo a migrantes”, manifestó.

Cada año los migrantes ha visto endurecerse tanto las leyes como los discursos del presidente Trump. Lo anterior habría traído ya un retorno voluntario de al menos 16 mil personas al año que, al verse en riesgo de ser agredidos, deportados o en el peor de los casos, encarcelados, deciden dejar el país vecino del norte y regresar a estados como Michoacán a buscarse una forma de ganarse la vida.

Uno de los principales reclamos que se pone sobre la mesa es que desde Estados Unidos estarían fluyendo la mayor parte de las armas y recursos que mantienen en operación a los cárteles de la droga en Michoacán.

Destacan que es este financiamiento y el excesivo consumo de drogas en el país vecino lo que mantiene activas las rutas de tráfico de enervantes y las actividades ilícitas que se han expandido.

El claro ejemplo de lo anterior es que constantemente se decomisan grandes cantidades de armas de grueso calibre como el Barret, armas de largo alcance, explosivos y hasta armamento antiblindaje.

Cerca del 90 por ciento de las armas de grueso calibre y cortas que ingresan al estado de Michoacán y a otras partes del país, provienen de Estados Unidos y el porcentaje restante a otras partes del mundo que se caracterizan por el tráfico de armas, como en el caso de Asia.

“El asunto de la seguridad es complejo, lo que declara el presidente es pues una posición del presidente que no es la posición ni del Congreso ni de la sociedad y hay que ser respetuosos. Esto va a abonar en los sistemas de espionaje e inteligencia para desarticular las redes de crimen organizado, tendrá que verse. Hablaba ayer de una mayor cuestión del tráfico de estupefacientes y de personas. Les añadiría el tráfico de armas de los cuales son los principales proveedores”, explicó José Luis Gutiérrez Pérez.