Hector Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Efectos de la sequía ya se sienten en la capital michoacana. La zona urbana de Morelia ya opera con un 30 por ciento menos de agua con respecto a años pasados. El tandeso y la redistribución del vital líquido se ha fortalecido en la zona urbana y reducido la cantidad de agua que reciben miles de personas Laura Escobar, subdirectora de Distribución del Organismos Operador de Agua Potable Alcantarillado y Saneamientos (OOAPAS), advirtió en entrevista para La Voz de Michoacán que la situación ya es de preocupación por la falta de captación durante los últimos años. Las fuentes de agua de Morelia siguen disminuyendo de manera importante su capacidad de recarga. El manantial de La Mintzita, la presa de Cointzio y los pozos de agua ya no están dotando la cantidad de líquido a la que se habían acostumbrado los morelianos. Actualmente más de un centenar de colonias ya están sufriendo esta afectación, con acotaciones de su servicio y los anuncios de que la situación podría prolongarse. “Estamos hablando que hemos reducido hasta un 30 por ciento de agua porque es la capacidad de producción del manantial, de la presa. Por lo menos ha habido algunas lluvias, pero no son lo suficiente para la recarga de los mantos”, señala Laura Escobar. “Nos falta que nos llueva mucho en las zonas boscosas y se escurra a estas zonas. Es parte de las acciones que tenemos y sí es preocupante lo que comenta el presidente municipal por los niveles de la presa”, explicó la funcionaria, quien señaló que la situación es ya “preocupante”. En este caso, los tandeos y redistribución del agua se siguen ajustando día con día para evitar que las colonias se queden completamente sin agua corriente. Entre las zonas más afectadas de nueva cuenta destaca el norte de la zona urbana de Morelia, en donde el bajo rendimiento de los pozos de agua mantiene a raya a las miles de familias que radican en este punto. Las colonias Lago 1, Valle de los Manantiales, Ampliación Mariano Escobedo y asentamientos aledaños presentan también una reducción en el abastecimiento por “bajo gasto del acuífero”. El listado de las colonias afectadas sigue al alza, de acuerdo con el mismo Organismo Operador. Apenas a principios de la temporada de estiaje medios locales reportaron una treintena de colonias con problemas de abastecimiento, posteriormente esta casa editorial dio a conocer a finales del mes de marzo sobre más de 64 colonias que tenían interrumpido el servicio de abastecimiento, cifra que creció en más del 30 por ciento para la mitad de este 2020, donde ya alcanzan la centena. Preocupa a los colonos de las zonas afectadas la falta del agua en plena contingencia sanitaria en donde el lavado de manos es una de las principales formas de defensa para no contraer el COVID-19. Por lo anterior, el abastecimiento con OOAPAS ha sido recurrente en prácticamente los cuatro puntos cardinales de Morelia. Las lluvias no alcanzan. A más de 20 meses de escasas precipitaciones en el estado, las pocas tormentas que se han registrado en los últimos días no han alcanzado niveles que permitan a los embalses recuperarse. Sigue siendo mayor a demanda de agua que la captación hídrica de esta región. En este contexto, la subdirectora de Distribución aclaró que ya se están tomando medidas para contener la situación en caso de que sigan empeorando las condiciones de sequía de la ciudad de Morelia. “Esto genera que en una zona tenemos que redistribuir, bajar la presión por cuadro porque no tenemos la presión suficiente. Tenemos una sectorización y manejamos diferentes tandeos para ampliar la cobertura de agua”, dice Laura Escobar. “Se está haciendo una redistribución, ya había un tandeo y ahora estamos haciendo otro porque en una zona donde nos llegaba más, casualmente había disminuido. Ya no tenemos la misma cantidad de agua”, explicó. Este sería el segundo año seco en el estado de Michoacán en caso de que los niveles de precipitación y de captación no se repongan en los próximos meses. Casi un 50 por ciento de las presas en la entidad ya presentan niveles raquíticos de almacenamiento, mientras que los volúmenes de demanda de las actividades agrícolas y urbanos siguen en constante crecimiento.