Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A pesar de que Michoacán vive actualmente un periodo de “respiro” con menos contagios y menor ocupación hospitalaria por el nuevo coronavirus (COVID-19), Morelia ha sufrido una aceleración de muertes por esta causa en las últimas semanas, ya que, después de contar casi un año de pandemia para sumar mil fallecimientos, subió hasta la cifra de 1 mil 200 en solo un mes alcanzando además una tasa de letalidad del 9.83 por ciento. A mediados de febrero, después de 11 meses de pandemia por COVID-19, Morelia finalmente alcanzó la cifra de mil defunciones por esta causa. Al corte del 15 de febrero, se contaban 1 mil 008 muertes, 399 casos activos y una letalidad del 9.21 por ciento en Morelia. Sin embargo, a menos de un mes de esta fecha, ya se superan las 1 mil 200 muertes en la capital michoacana. Al 13 de marzo de este 2021, la plataforma de actualización diaria del COVID-19 marcaba un total de 1 mil 230 fallecimientos, así como 258 casos activos y una tasa de letalidad de 9.82 por ciento. Esto implica un aumento de casi 200 muertes a causa de esta enfermedad en menos de un mes en la capital michoacana. A pesar de haber dejado atrás la “Segunda ola” de contagios, el municipio volvió a romper su marca histórica en este indicador, al presentar un total de 33 defunciones en una sola jornada, el pasado sábado 6 de marzo. “El panorama de defunciones sigue trepidante, esto ubica a Morelia todavía como epicentro de la pandemia y el primer lugar de letalidad en el estado de Michoacán. Tenemos un 9 por ciento de letalidad y es una letalidad bastante alta. En cuanto a casos activos, que son los que en este momento están transmitiendo la enfermedad, podemos detectar que están distribuidos en toda la zona urbana de la capital del estado”, advirtió el jefe de la Jurisdicción Sanitaria Número Uno del municipio, Roberto Quevedo Díaz. A su vez, cuestionada sobre lo que significa haber llegado a las mil defunciones en Morelia, la directora de salud municipal, Daniela Díaz Durán, consideró que algunos sectores de la población han presentado una respuesta demasiado lenta a las nuevas medidas que exige la pandemia por el nuevo coronavirus. “Es el tema que hemos mencionado desde siempre, la falta de colaboración de la población nos ha llevado; nos dio casi un año la pandemia para que estuviéramos en el pico más alto para cambiar nuestros estilos de vida. Desafortunadamente, algunos hicimos caso omiso; entre muchas necesidades que se tienen como la sobrevivencia, apostamos a salir y a no quedarnos en casa y las consecuencias están ahí”, dijo la funcionaria municipal. ALTA TASA DE LETALIDAD El mencionado periodo también implicó un aumento de la tasa de letalidad por COVID-19 en Morelia, que fue de cerca del 9.2 por ciento al 9.82 por ciento. Este indicador es considerado uno de los más importantes en la pandemia por el nuevo coronavirus y hace referencia al número de pacientes que fallecen en relación al total de infectados. La actual cifra indica que nueve de cada 100 infectados en Morelia muere por la enfermedad y la cifra se acerca a ser 10 de cada 100. Al comienzo de la contingencia sanitaria en 2020, distintas voces apuntaban a que el COVID-19 era sumamente contagioso, pero no resultaba tan mortal, debido a que solo un 20 por ciento de los infectados llegaría a un estado grave y únicamente entre 5 y 8 por ciento fallecería por esta causa. En febrero pasado, la Universidad de Johns Hopkins presentó un estudio de las tasas de letalidad de 20 de los países más afectados por el COVID-19. México se ubicó en el primer lugar con una tasa de 8.6 por ciento, seguido de Perú con 3.6 por ciento, Italia con 3.5 por ciento, Sudáfrica con 3.1 por ciento y Reino Unido con 2.8 por ciento. Al inicio de la pandemia, Michoacán llegó a presentar hasta un 16 por ciento en su tasa de letalidad, pero al corte más reciente se ubicó en un 8.52 por ciento. La actual cifra de 9.83 presentada por Morelia resulta significativa porque se trata del municipio más poblado del estado. Si bien hay otros puntos con cifras más altas, se trata de localidades pequeñas en las que solo un par de defunciones pueden elevar su tasa de forma radical.