Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Sigue devastación en el Pico Azul de Jesús del Monte. A pesar de la instalación de sellos de clausuras estatales y municipales en la construcción de un nuevo fraccionamiento, la empresa constructora mantiene maquinaria operativa en la zona. Mientras la obra se advierte detenida, los desarrolladores aprovechan el tiempo para construir una nueva vialidad. Al respecto, la postura de las comunidades del es clara; ante la omisión de las autoridades y la degradación de la zona boscosa por parte de empresarios, tomarán la defensa de los bosques en sus manos a partir de esta semana. Desde la exposición de este tema por diferentes medios locales y el jefe de Tenencia de Jesús del Monte, el abogado José Manuel Hernández Helguero, denunció tanto la violación de los sellos de clausura como la construcción de una vialidad que conduce al desarrollo habitacional. En este espacio, se colocó maquinaria que también ha generado impacto ambiental. Pico Azul fue “invadido” por desarrolladores que, bajo el amparo de buscar construir cabañas para el desarrollo ecoturístico, comenzaron con la remoción de la maleza vegetal y forestal de la zona de recarga. La respuesta de los comuneros de la región es clara, aún con la omisión de las autoridades, los pobladores de Jesús del Monte no permitirán la pérdida de un metro más de bosques. Foto: Víctor Ramírez / La Voz de Michoacán. “Tomamos la entrada del fraccionamiento y paramos las maquinarias que tienen ahí trabajando, porque las autoridades son omisas y los trabajos de cambio de uso de suelo y la remoción de bosques tierras sigue. Nos vamos a mantener aquí hasta que se lleven sus máquinas y que el gobierno nos garantice la protección de nuestros bosques. No es la primera vez que denunciamos esta situación”, manifestó Manuel Hernández Helguero, jefe de tenencia de Jesús del Monte. Los grupos ejidatarios han dejado en claro que no existe ningún acuerdo de asamblea donde se establezca un permiso para la apertura tanto de vialidades, como del trabajo de construcción en el mencionado cerro. Denuncian, están construyendo con mismo material del ejido por lo que la totalidad de las comunidades se estarán sumando al movimiento para detener la obra. Otra de las inconformidades que expresaron es que debido a la operación de la maquinaria se está bloqueando el acceso a todas las personas que buscan transitar por el lugar, además de que se ha bloqueado un arroyo que atravesaba a la comunidad de Río Bello y que abastecía a diversas comunidades y zonas naturales. a “Ejidatarios y vecinos de la comunidad se organizaron para bloquear el acceso a los operadores de la maquinaria, ya que aseguran la instalación de sellos de clausura por parte del gobierno municipal no significó la detención de trabajos por parte de la maquinaria que cada día devasta más el cerro afectando los mantos freáticos”. Manuel Hernández Helguero, jefe de tenencia de Jesús del Monte Por parte de las autoridades ambientales, la respuesta ha sido clara. En el caso de la Procuraduría Ambiental de Michoacán, hasta el momento no se tienen pruebas de que los sellos de clausura que colocó la dependencia estatal no se han violado. Asimismo, tampoco se tiene registro de que la maquinaria esté trabajando dentro de los espacios clausurados. Las imágenes sobre el desarrollo de cabañas demuestran el impacto generado por los desarrolladores de la empresa sancionada, en dónde desde los accesos, se removieron las capas vegetales para la consolidación de un camino de acceso, así como una cantidad no especificada de árboles endémicos de la zona sur de Morelia. Foto: Cortesía. El jefe de tenencia Jesús del Monte, Manuel Hernández Helguero ha denunciado públicamente la situación de autorización de fraccionamientos al sur de Morelia y la destrucción de cuerpos de agua como el manantial de la Pera y el Mastranto, en donde en más de una ocasión se han autorizado construcciones que ponen en riesgo la estabilidad ecológica de la zona. Por lo anterior, se ha señalado directamente a las autoridades municipales por autorizar y ser omisas ante el impacto ambiental generado a partir de la construcción de fraccionamientos en los cuatro puntos cardinales de la zona urbana de Morelia. En este caso específico, señaló que fue durante la administración del entonces independiente Alfonso Martínez Alcázar que se otorgaron los permisos y posteriormente, durante la administración de Raúl Morón Orozco que las autoridades municipales fueron omisas.