Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Luego de casi 2 años de limitaciones por la pandemia del COVID-19, finalmente las Posadas navideñas de Morelia volvieron a brillar como parte de la tradición de los miles de colonias de la zona urbana. El ponche, las piñatas, aguinaldos, los cantos religiosos y la convivencia entre las familias, se disfrutaron más que nunca. La expectativa fue alta en la mayoría de las colonias. Miles de niños acompañados de sus padres y abuelos salieron a representar el largo peregrinar bíblico de José y María que culmina con la fiesta de la navidad. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Una de las colonias con mayor representación de esta tradición es la Lomas del Valle. La Voz de Michoacán acompañó a los colonos en donde compartió los colores, olores y sabores de la tradición que sigue pasando de generación en generación. Fue en punto de las 7 de la noche que los cientos de asistentes se apersonaron en las afueras de la Parroquia de San Luis de Gonzaga, de donde partieron para pedir posada en representación al largo camino que recorrieron los peregrinos en los relatos bíblicos. La participación de las familias alrededor de la tradición católica hizo posible el presentar los elementos principales de la posada mexicana. Casi de manera programada, en punto de las 7 de la noche cuando los niños que comenzaron los rezos católicos a la par de que recorrieron las calles principales de la colonia ubicada al poniente de la ciudad. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. El árbol de navidad, las series de luces de colores, los arreglos con motivos de las fiestas decembrinas colgantes de los techos y de las paredes dotaron de un ambiente cálido pese a las bajas temperaturas en cada uno de los domicilios. En esta colonia, fueron los niños, quienes cargaron a los peregrinos durante casi una hora. Asimismo, las fachadas iluminadas con las luces navideñas también enmarcaron el trayecto de los peregrinos en busca de las posadas. Minutos más tarde, el grupo de personas inició con las tradicionales oraciones al frente del nacimiento escenificado con José, la Virgen María y la ausencia del niño dios en el pesebre bajo una casita de madera. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Terminados los rosarios, los peregrinos avanzaron por la calle, en donde tocaron varias puertas con canticos; “En el nombre del cielo, yo os pido posada, pues no puede andar, mi esposa amada”. Al interior de las casas, quienes simulaban ser hosteleros respondían en coro; “Aquí no es mesón, sigan adelante, no les puedo abrir, no vaya a ser un tunante.” Finalmente, tras ser rechazados por dos hosteleros, los peregrinos arribaron a una casa en donde les dieron posada en donde cantaron Dichosa la casa que abriga este día, A la virgen pura, la hermosa María. Entren Santos Peregrinos, reciban este rincón, que, aunque es pobre la morada, os la doy de corazón”. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. la posada fue representada con la repartición de los aguinaldos. En este caso, la bolsita contó con los elementos tradicionales, entre los que se destacó el trozo de caña de azúcar, la mandarina, el tejocote, dulces de colación y en algunos casos galletas. Posadas, en crisis Al igual que muchas de las festividades a lo largo del año, las posadas se enfrentaron durante este 2021 a la alta tasa de inflación y al incremento de los costos de os productos de consumo suntuoso como los dulces, las frutas de invierno y las carnes. A lo largo de este trabajo reporteril, trascendió que en muchas de las colonias en donde tradicionalmente se ofrecían las posadas al interior de los hogares, terminó por cederse a las iglesias por lo incosteable que representa para las familias el pagar los gastos de aguinaldos, piñatas, alimentos y bebidas para los invitados. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán.