CRÓNICA | Hoy muchos se reunieron con sus papás, pero otros los visitaron en sus tumbas

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. “Viejo, mi querido viejo”, se escucha entre las tumbas. Morelianos aprovecharon este domingo para visitar a sus padres, pero en este caso, a los “viejos” que se adelantaron en el viaje, para recordarles que siguen tan vigentes hoy como el día que partieron.

A pesar de que la pandemia aún no da tregua, el cariño para no olvidar a los seres queridos ha sido la fuerza movilizadora de miles de personas en los panteones para celebrar el Día del Padre, honrando el recuerdo con una canción, limpiando el sepulcro y hasta bebiendo a salud de quien ya no está en el mundo terrenal.

Este domingo, el Panteón Municipal fue uno de estos escenarios en donde las familias acudieron para el encuentro con los papás. La cita, como cada año, se suma a las que se hacen en los aniversarios y Día de Muertos, y el ritual no cambia: quitar las hojas, barrer un poco, limpiar la lápida, poner flores y añorar tiempos que seguramente fueron mejores.

Y entre las tareas la melodía continúa. “Nadie con esos ojos que me miran desde lejos, con esa risa que entibiaba mi tristeza, con esa boca de ternura tan audaz, porque vuelve a mí que solo y triste me quedé sin ti”, cantan familiares con un nudo en la garganta mientras abrazan la cripta, intentando encontrar en el mármol frío el calor de su padre en vida.

A las afueras, la venta de flores estaba al día, los comerciantes vieron en la fecha un respiro para mejorar sus ganancias, afectadas por las medidas adoptadas por la pandemia.

PADRES VIENEN, PADRES SE VAN

El escenario fue por demás curioso al mediodía, entre la Calzada La Huerta y la avenida Francisco J. Mújica chocaba una imagen que muchos no pudieron pasar por alto: por un lado, padres de familia llevaban y esperaban pacientes a sus hijos que realizaban el examen de ingreso a la Universidad Michoacana, deseosos de verlos dar ese paso que los encaminaba hacia un mejor futuro; en la acera de enfrente, los hijos se encaminaban a visitar a sus padres fallecidos recordando tiempos pasados.

Este hecho complicó las vialidades de la zona que, en conjunto con el tianguis instalado frente al panteón, provocó una circulación complicada; sin embargo, para ambas actividades padres e hijos fueron pacientes para llegar al espacio y estar juntos este domingo.

Para Rocío Lagunas, quien visita el camposanto desde hace 43 años, es una tradición para recordar a sus seres queridos. “El primero fue mi padre y luego otros familiares, tenemos este tiempo ya asistiendo es parte de lo que hacemos como familia”, compartió sobre este día.

La señora Roció reflexiona sobre la fecha mientras acomoda las flores de la tumba de su padre, cree que el acompañamiento a los muertos es un tema generacional que, desgraciadamente, va perdiendo fuerza e interés: “Creo que las personas de menos de 40 años acuden menos, no sé qué va pasar con la siguiente generación, pero los jóvenes acuden menos; nosotros seguiremos con esta tradición de venir en las fechas especiales”.

Pero no todos son encuentros familiares. En el recorrido en el panteón fueron muchas las tumbas que eran visitadas en solitario, como Juan Medina, que visita cada vez que puede la tumba de su familia y también es una tradición para él.

En el Día del Padre no se olvida de su “querido viejo”, como dice el tema interpretado por Vicente Fernández, autoría del italiano radicado en Argentina, Piero. “Vengo a tomarme una cerveza aquí con él, ya que él ya no puede y pues ya son muchos años que vengo a visitarlo”, cuenta.

Las medidas sanitarias eran mínimas, el ingreso al camposanto careció de gel antibacterial y los guardias apenas podían supervisar que se usara el cubrebocas dentro en sus recorridos por los pasillos, además la cercanía de los familiares y los cuidados nulos a la hora de la convivencia.

HASTA LA PRÓXIMA VISITA

Pero Juan Medina expuso que le parecía que ya se volvía a la normalidad a pesar de la pandemia y destacó la afluencia de la gente como una buena señal más que como un augurio ominoso en el tema sanitario: “Sí, todo parece normal, y pues es importante que prevalezca la tradición, que nadie se olvide a lo seres queridos, pero también que no sea sólo en esta fecha”.

Durante todo el día, y a pesar de la amenaza de lluvia, hijas e hijos acudieron este domingo para pasar el Día del Padre con sus papás, incluso aprovecharon la tregua que durante la tarde dio el clima para dejar lo más limpia la tumba, al menos hasta la siguiente visita.

En los pasillos del panteón se vio a las familias cargando cubetas y escobas, además de refrigerios para pasar parte del día junto a las tumbas. Comen y cantan: “Nadie como a ese ser que yo amé alguna vez, hoy simplemente forma parte de mi ayer”, entonan, algunos en voz alta, otros entre susurros, algunos mientras continúan limpiando y platicando con los suyos con línea directa hasta el más allá.

“Mi viejo”, en la versión ranchera de Vicente Fernández, sonó una y otra vez en el Panteón Municipal junto a otras melodías representativas de estas fechas, como “El cancionero del difunto”, mientras por todo el panteón se veía, principalmente a las mujeres, caminando a las llaves de agua para limpiar las criptas, comer juntos, platicar, ponerse al día y esperar la próxima visita, que muchos agendaron para el próximo 1 de noviembre.

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