Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con la vigilancia sobre los establecimientos de venta de alcohol que no tenían permitido abrir sus puertas hasta antes del pasado 6 de julio, se registraron al menos dos “reacciones negativas” o amenazas hacia personal del Ayuntamiento de Morelia y una integrante del Cabildo; sin embargo, la autoridad municipal consideró que esto se trata más de “reacciones” que de amenazas permanentes sobre los funcionarios. Cuestionado sobre el número de clausuras de negocios que se han realizado por parte de las Brigadas de Vigilancia Sanitaria, Humberto Arroniz Reyes, secretario municipal, explicó que hasta la fecha todavía no se aplicaba una sanción de este tipo debido al incumplimiento de medidas sanitarias; sin embargo, sí se cerró un negocio de tipo “antro” que no contaba con licencia de funcionamiento y cuyo titular se comportó de forma “prepotente” ante la presencia de inspectores municipales. “Desde las brigadas que el presidente instruyó para el cumplimiento de los protocolos, por esos hechos no hemos clausurado ningún negocio. Se clausuró uno porque estaba funcionando de manera irregular, ya en la madrugada y con una conducta muy altanera de su dueño: quiso además aplicar ese asunto del influyentismo, amenazó y se clausuró el negocio, pero fue un caso distinto al de las brigadas de verificación”, dijo el secretario. Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán. A este caso también se suma que una integrante del Cabildo de Morelia recientemente denunció haber recibido amenazas por parte de propietarios de un bar de la ciudad. Sin embargo, el presidente municipal de Morelia, Raúl Morón Orozco, afirmó que estos casos se trata más de “reacciones” por el trabajo de los funcionarios que amenazas “permanentes” que representen un verdadero riesgo para su integridad. “Yo conozco las palabras de la regidora, no lo conocí antes y estoy conociendo el caso del secretario. Entiendo que las amenazas están en razón de la clausura del lugar, generalmente hay reacciones de esta naturaleza, o sea, no con anterioridad. Es diferente si hubiera amenazas a algún funcionario de manera previa para hacer cualquier cosa o tratar de que hagan cosas inadecuadas, de algo así nos enterarían, pero no es el caso”, señaló Morón Orozco. “En el caso de la regidora, entiendo que ellos son los que aprueban o no aprueban la instalación de los giros rojos, y molestos por ello, seguramente hacen algunas manifestaciones. No tiene que ver con que haya manifestaciones permanentes o fuera de contexto que algún empleado del Ayuntamiento. Son reacciones por los hechos que se dan”, ahondó el presidente municipal. En contraste, también dio a conocer que en días pasados se detectó la realización de un jaripeo en una colonia popular de Morelia, el cual fue clausurado debido a que sigue vigente la suspensión de eventos masivos y las personas responsables accedieron sin que se presentara una discusión mayor. “Les dijimos que no se podía realizar y aceptaron los empresarios que estaban ahí del espectáculo”, dijo el alcalde. Aplicarán sanciones ante resistencias Sobre el funcionamiento de las brigadas sanitarias, Raúl Morón explicó que no aplicarán sanciones directamente, sino que darán aviso a las áreas que sí cuentan con dicha atribución. “El llamado a hacer conciencia, ese es el objetivo de nuestros verificadores sanitarios. Si ya después de uno, dos o tres recorridos se ve que hay establecimientos mercantiles que tengan resistencias y que no observen estas medidas sanitarias, estarán informando a la Secretaría del Ayuntamiento para que quienes sí pueden establecer infracciones, lo hagan, que son los inspectores de la Secretaría del Ayuntamiento o de Protección Civil”. En ese sentido, Arroniz Reyes añadió que en el caso de faltas graves captadas en flagrancia se puede aplicar la suspensión definitiva de las licencias, mientras que en casos menores se prevén multas desde cinco hasta 90 Unidades de Medida de Actualización (UMA). “La clausura es la sanción mayor ante alguna flagrancia que se considere muy grave, como cuando golpean, por ejemplo estos jóvenes que golpearon a alguien en un antro, era reiterado y se clausuró e incluso se canceló esa licencia y se cerró. “En el caso de faltas menores como las que tienen que ver con el tema de COVID, que haga falta gel por alguna excusa, que se ponga. Lo que los inspectores harán es establecer infracciones, que son diversas, de un rango desde cinco UMAs hasta 90 UMAs, según la falta hay una comisión calificadora que establece cuál es la gravedad de la forma y en función de eso se establece la multa”.