Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Aunque comúnmente es visto como uno de los edificios más jóvenes en el acervo de la máxima casa de estudios del estado, el Centro Cultural Universitario (CCU) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) se encuentra cerca de cumplir 30 años, en un recorrido que va desde la recuperación del terreno ocupado por comerciantes y la recreación de la fachada original del Colegio de San Nicolás. En la página oficial de la Coordinación de Innovación Educativa (CIE) de la universidad, se recuerda que el Centro Cultural Universitario fue antiguamente un espacio que funcionaba como estación de gasolina y fue cayendo en el olvido hasta ser ocupado por comerciantes informales, cuando surgió la oportunidad de que el espacio fuera recuperado durante la gestión del rector y posterior gobernador Genovevo Figueroa Zamudio. “La difusión de la cultura recibió un estímulo importante con la construcción del Centro Cultural Universitario. Esta iniciativa se planteó por primera vez durante la gestión de Genovevo Figueroa Zamudio, en la década de los setenta. Posteriormente, cuando Leonel Muñoz Muñoz ocupó la rectoría (1986-1990), el Consejo Universitario autorizó la compra de un edificio en contra esquina del espacio que actualmente ocupa, en la Avenida Madero. Por problemas sucesorios se canceló la operación. Foto, Samuel Herrera Jr. “Sin embargo, la inquietud prevaleció entre algunos sectores universitarios. Fue entonces que la CUL decidió recuperar un terreno que pertenecía a la Universidad Michoacana, situado frente al Colegio de San Nicolás, mismo que en algún momento había sido gasolinera y luego, ya en estado de abandono, empezó a ser utilizado por comerciantes ambulantes para resguardar enseres y mercancías”, se explica en los archivos de la CIE. De acuerdo con datos históricos, la construcción dio inicio en 1992, las labores quedaron concluidas en 1993 y la inauguración se dio el 23 de septiembre de ese año. En los diversos textos sobre esta edificación se hace referencia al objetivo de recrear la fachada del antiguo Colegio de San Nicolás en esta nueva edificación. “La estilización de la fachada del inmueble es una reproducción de la parte delantera del Colegio de San Nicolás de Hidalgo, cuyo origen se remonta al siglo XVII, y el cual se encuentra al frente del CCU de la Universidad Michoacana. La concepción histórico didáctica de este inmueble, se debe a la creatividad y suspicacia del arquitecto Manuel González Galván, quien construyó el edificio, basándose en documentos gráficos del siglo XVII”, se detalla en notas del archivo de La Voz de Michoacán. Sin embargo, la CIE apunta que antes de llegar a su conclusión “La construcción inició con el respaldo financiero del Gobierno de Michoacán, sin embargo, pronto afloraron algunos problemas. El Ayuntamiento de Morelia clausuró los trabajos porque se carecía de la licencia de construcción y no se habían presentado en tiempo y forma documentos probatorios del título de propiedad y los permisos de suministro de servicios básicos”. “Subsanado este problema, surgió otro de mayor alcance: el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mostró su objeción por ciertos elementos -principalmente una de las fachadas- que, consideraba, eran una copia de un edificio antiguo, lo que de acuerdo a la normatividad en la materia no podía hacerse”. Foto, Samuel Herrera Jr. Si bien este episodio es considerado como una “controversia” dentro de la comunidad universitaria, la obra fue finalizada con un retraso relativamente corto considerando que también fueron necesarias las gestiones de mayores recursos federales para su conclusión. Hoy en día, la edificación se ubica frente al antiguo Colegio de San Nicolás y en contraesquina de la Biblioteca Pública de la universidad, creando un conjunto que manifiesta la importancia que la máxima casa de estudios del estado tiene en la geografía y la vida pública de la capital michoacana. Ya cerca de cumplir 30 años de antigüedad, esta edificación ha albergado numerosos eventos relacionadas a la propia universidad, así como presentaciones de libros, conferencias especializadas y conciertos de cámara enmarcados en los diversos festivales musicales de los que goza la ciudad. Uno de sus espacios más significativos es la Sala de Ex Rectores, donde aguardan los retratos de los personajes que han estado al frente de la Casa de Hidalgo.