Arved Alcántara / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La Catedral Metropolitana de Morelia sigue siendo, desde varios puntos de vista, una de las edificaciones más importantes de Michoacán y de su ciudad capital, pues, sumando casi tres siglos de antigüedad, es el edificio que se tomó como punto de partida para crear el primer trazo de la ciudad; prácticamente divide a la ciudad de Norte a Sur y de Oriente a Poniente, a la vez que sigue marcando uno de los puntos de encuentro para la sociedad. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. De acuerdo con información de archivo, la Catedral Metropolitana de Morelia suma casi 400 años desde que comenzó a ser edificada y casi 300 desde que fue culminada, ya que su primera piedra se colocó en 1660 y la construcción culminó en 1744. Sobre su origen también se detalla que fue diseñada por el arquitecto italiano Vicencio Barroso de la Escayola. Un elemento muy comentado es que debido al largo tiempo de construcción este personaje murió antes de ver concluida su obra. Sobre el origen de la edificación, también se señala que fue la segunda catedral de la antigua Valladolid, ya que previamente había existido una de menor tamaño y valor arquitectónico en otro punto de la ciudad, pero fue destruida hacia 1584. En lo que respecta a su desarrollo, los archivos refieren que el inmueble fue objeto de saqueos durante la guerra de Independencia, su reja perimetral se construyó en el siglo XIX y en los años 90 del siglo XX se le aplicaron trabajos de restauración interior y exterior. Posteriormente se le aplicó su actual iluminación escénica. En 2016, fue uno de los puntos clave, con la visita del papa Francisco a Morelia y, obviamente, a este recinto emblemático. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. El punto donde se encuentra ubicada la Catedral Metropolitana sirvió como punto de partida para crear el trazo de las calles de la antigua Valladolid y de sus “remates visuales” que hasta la fecha siguen siendo un elemento de peso para considerar al Centro Histórico de la ciudad como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Dicho efecto se da cuando una persona puede ubicarse en una calle y mirar hacia una dirección para encontrarse, sin interrupciones, con la fachada de un edificio importante. La Catedral de Morelia cuenta con dos remates de este tipo, uno que llega directamente a su fachada desde la calle Benito Juárez. Mientras que el segundo se observa largamente desde la calle García Obeso. Adicionalmente, dentro del actual trazo urbano de Morelia la Catedral funciona como elemento de centro que divide a la ciudad en diferentes puntos cardinales, pues la calle Morelos Sur tiene esta denominación hasta llegar a la altura del edificio histórico y las plazas que la escoltan, para convertirse un par de cuadras más adelante en Morelos Norte. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. De igual forma, el inmueble sirve como un parámetro para dividir a la vialidad más importante de la ciudad en Madero Oriente y Madero Poniente. A ello se suma que la normativa del Centro Histórico establece que dentro de estos limite no se puede construir ningún otro edifico que rebase en altura a la Catedral. Además, el edificio se ha mantenido como punto de reunión para diversas actividades, tanto religiosas como de otros sectores. Diversas carreras atléticas y la tradicional ciclovía dominical tienen este sitio como punto de partida; el mayor espectáculo público de concentración de turismo en Morelia sigue siendo “encendido de la Catedral”. Las celebraciones patrias y por el aniversario de la ciudad en mayor parte están definidas por el cierre de la avenida Madero para ubicar escenarios en sus cercanías. No obstante, la Catedral todavía se mantiene fuerte la actividad para la que fue creada: el culto católico. Este templo sigue siendo el punto favorito para numerosos creyentes que asisten ahí a las misas cada domingo o a otros rituales religiosos. El inmueble suele ser el epicentro de las celebraciones de la Semana Santa de la fe católica. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Este año miles de feligreses y turistas se han acercado con fe o con curiosidad a sus puertas para escuchar la palabra de Dios y llevarse de recuerdo una visión de la historia y la arquitectura moreliana.