Arturo Molina / La Voz de Michoacán Auténticos tesoros elaborados en madera, bronce, cobre, piedra e incluso fibras vegetales y textiles se exhiben desde hace más de cinco décadas en la tradicional Casa de las Artesanías de Morelia. Los artífices de 113 municipios de Michoacán mantienen como herencia el edificio que fue entregado por el general Lázaro Cárdenas del Río a los campesinos de la entidad. Fundada en 1972 la Casa de las Artesanías se enfoca en la preservación y difusión del tradicional arte popular artesanal elaborado en las distintas regiones socioculturales de Michoacán. Tiene su sede en el exconvento de San Buenaventura de los franciscanos, edificado en el siglo XVI y considerado como uno de los recintos más antiguos del primer cuadro de la Ciudad de la Cantera Rosa. Actualmente es el espacio donde se exhiben y a la vez se ofertan las piezas artesanales. El edificio es llamativo a primera vista. Diariamente turistas nacionales y, sobre todo, extranjeros pueden palpar directamente las habilidades de las manos artesanas de tradiciones que van pasando de generación en generación. Ingresar a los salones de la Casa de las Artesanías implica viajar por todo el estado de Michoacán en solamente un momento; la talla en madera de muebles transporta a Cuanajo y Pichátaro, las sillas ornamentadas a Opopeo, las figuras y esculturas de Pátzcuaro, juguetes de Quiroga, máscaras y diablitos de Ocumicho. Asimismo, la alfarería y figuras de catrinas de Capula, la alfarería de Zinapécuaro, loza vidriada de Patamban, figuras de Ocumicho, ollas de Cocucho y de Zipiajo, figuras de piñas de barro vidriado de San José de Gracia. También están presentes la ancestral técnica de cobre martillado de Santa Clara del Cobre,La laudería a través de las guitarras y violines de Paracho, así como preciosas lacas de Pátzcuaro y Uruapan. En cuanto a textiles se encuentran los tejidos y bordados de Tarecuato, bordados de Tzintzuntzan, deshilados de San Felipe de los Herreros, los huanengos de Cocucho, textiles en manta de Pátzcuaro, rebozos de Aranza, junto a los tejidos de Angahuan, Cuanajo y Turícuaro. Entre otras artesanías se ubican la talabartería, equipales, arte plumario, figuras de pasta de caña de maíz de Pátzcuaro. La historia del edificio mismo en cuanto a su relación con los campesinos, artesanos y trabajadores del campo tiene casi un siglo. En 1931 el entonces gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas del Río, entregó el inmueble a los campesinos, destinándose como Casa del Agrarista. En 1937 en el interior del exconvento fue pintado un mural por un grupo de artistas locales que integraban la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) entre los que se encontraban Alfredo Zalce, Pablo OHiggins y Santos Balmori. A pesar del valor cultural y artístico, el mural fue eliminado en una restauración del edificio en los años 60. En 1968 fue demolido el mercado techado que se hallaba frente al exconvento, acondicionándose la actual Plaza Valladolid obra del arquitecto Manuel González Galván. Para 1972 el entonces Gobernador de Michoacán Servando Chávez Hernández destinó el inmueble Palacio del Artesano para una dependencia especializada en este oficio (que en la actualidad es la Casa de las Artesanías de Michoacán), siendo inaugurado el 29 de septiembre de 1972 por el entonces presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez. En el año 2000 el entonces Gobernador de Michoacán Víctor Manuel Tinoco Rubí promulgó la Ley de Fomento Artesanal del Estado de Michoacán de Ocampo la cual rige la Casa de las Artesanías. Desde el año 2004 la institución fomenta la protección de la producción artesanal mediante la implementación de la marca registrada, la marca colectiva y la denominación de origen.
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