IMÁGENES NUESTRAS | Catedral de Morelia, símbolo turístico que aún esconde secretos

La primera piedra del templo se colocó en 1660 y la construcción culminó en 1744.

Foto: Sam Herrera Jr.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Desde hace siglos la Catedral Metropolitana de Morelia es la sede religiosa más importante en Michoacán. Los secretos y los misterios, entre ellos túneles que conectan con otros puntos, siguen envolviendo al que quizá sea el monumento histórico más importante y visitado de la entidad.

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La primera piedra del templo se colocó en 1660 y la construcción culminó en 1744. Fue diseñada por el arquitecto italiano Vicencio Barroso de la Escayola, quien, debido al largo tiempo de construcción, murió antes de ver concluida su obra. Fue la segunda Catedral de la antigua Valladolid, ya que previamente había existido una de menor tamaño y valor arquitectónico en otro punto de la ciudad, pero fue destruida hacia 1584. 

Sobre su desarrollo, inmueble fue objeto de saqueos durante la guerra de Independencia, su reja perimetral se construyó en el siglo XIX y en los años 90 se le aplicaron trabajos de restauración interior y exterior. Posteriormente se le aplicó su actual iluminación escénica. En 2016, fue uno de los puntos de la visita del Papa Francisco a Morelia. 

Hoy día tener una ‘selfie’ con la Catedral de Morelia o una foto familiar es casi obligatorio para los turistas, visitantes e incluso paseantes locales. No obstante, los secretos de la Catedral son uno de los más grandes atractivos. Desde los túneles, catacumbas, las torres, los acabados, las imágenes y prácticamente todos los rincones guardan un misterio.

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En el 2017, uno de los mayores secretos comenzó a ser develado por parte de especialistas. Los estudios realizados desde hace más de 20 años en el subsuelo de la Catedral por medio de georradares comprobaron la existencia de socavones que incluso podrían ser infiltraciones que pondrían en riesgo la estructura del templo.

El grupo de geofísicos que ha trabajado en el proyecto de la Catedral es el mismo que realizó las investigaciones en la pirámide de Kukulcán, en Chichen Itzá y otros estudios para determinar oquedades debajo de estructuras.

De acuerdo con las hipótesis, si en urbes coloniales como Guanajuato, Puebla y la Ciudad de México hay túneles, en Morelia también tendrían que existir y podrían ser explotados en materia turística. Los túneles habían sido manejados como parte de mitos al conocer de entradas de unos cuántos en varios puntos del Centro Histórico.

El proyecto, denominado Morelia Soterrada, se ha topado con numerosos obstáculos que, a pesar del valor, no le han permitido desarrollarse con el paso de los años.

Y es que a pesar de las negativas y argumentos que aseguran inexistencia de los túneles, los especialistas destacan que no existe una justificación demográfica o técnica para que la Catedral de Morelia y el resto del Centro Histórico presentaran estructuras de drenaje de las dimensiones que se observan en los estudios de resistividad eléctrica.

La investigación dirigida por los investigadores Gerardo Cifuentes y René Chávez duró poco más de 20 años, en las que indujeron electrodos en las uniones de las baldosas del atrio, de la Catedral e indujeron cargas eléctricas que les permitieron recibir una lectura de los materiales que se encuentran bajo el subsuelo del inmueble.

Los materiales que se encuentran bajo la obra arquitectónica responden de manera diferente a la resistencia eléctrica. Con base a lo anterior los académicos identificaron cuatro compartimientos que, al paso de los años, la tecnología y el trabajo con historiadores les ayudo a determinar que se trata de la antigua cripta de los obispos y otros posibles túneles, estructura que habría sido removida a mitad del siglo XIX.

Actualmente existen algunos indicios de túneles o accesos al mismo en antiguas casonas de Morelia, los cuales se cree, estarían entrelazados. El proyecto de momento sigue sin caminar, pero la Catedral recibe millones de visitantes cada año, muchos de ellos seguramente deseos de conocer la verdad sobre estos túneles.