Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El cuartel de la XXI Zona Militar es uno de los edificios más bellos e imponentes de Morelia, pues su amplia fachada de cantera rosa destaca sobre la avenida acueducto precedida de un ave que surge de entre un par de manos y una masa, guardando una historia que se remonta a más de 100 años atrás, en la que aparecen nombres tan importantes como Porfirio Díaz y hechos como la “Rebelión Delahuertista”. Tan solo en los primeros años de surgimiento de este cuartel militar, aparecieron en su historia los nombres de Porfirio Díaz, Vasco de Quiroga y Morelos, pues el mandatario ordenó la construcción del inmueble a inicios de los siglos XIX y cerca de 10 años más tarde ya se encontraba en pie luciendo el nombre de la figura del “Tata Vasco”, mientras que con el paso de los años adquirió el nombre del “Siervo de la Nación”. “Los antecedentes del edificio que hoy alberga al Cuartel General de la 21 Zona Militar, se remontan al año de 1902, cuando el General Porfirio Díaz emitió un acuerdo en donde se dispuso que se construyera un Cuartel de Caballería en la plaza de Morelia. Tras la adquisición de los terrenos, el 16 de julio de 1904, se iniciaron los trabajos de construcción, inaugurándose la obra el 2 de abril de 1908, fecha en que fue ocupada por personal militar”. “Algunos años después, en 1911, el edificio recibió el nombre de “Cuartel Vasco de Quiroga”. En 1938, durante la gestión del General Félix Ireta, Comandante de la 21/a. Zona Militar, la construcción recibió el nombre que lleva hasta la fecha: Cuartel José María Morelos”, se precisa en el sitio oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). El primer gran momento histórico para el cuartel militar llegó en la década de los treintas, cuando ocupó un lugar central en las batallas “Rebelión Delahuertista”, como se le llamó al levantamiento de Adolfo de la Huerta contra el presidente Álvaro Obregón y su candidato presidencial Plutarco Elías Calles. El artículo “El sitio y la ocupación de Morelia durante la Rebelión Delahuertista. Enero de 1924” firmado por Luis Sánchez Amaro de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) señala que en, en el marco de este hecho histórico, el edificio era conocido como “Cuartel de las colonias” y en él “Se colocó el coronel Luis de la Sierray como su segundo, Nazario Medina”. Sin embargo, se “cometió un grave error desde el punto de vista táctico, pues, dispuso un buen número de fuerzas de línea como retén en el Cuartel de las Colonias y ahí concentró la mayor cantidad de municiones disponibles, aunque era un lugar muy alejado de los demás puntos. También estableció para la defensa un perímetro muy extenso y retenes muy diseminados, sin verdaderos lazos tácticos que debían unirlos para que auxiliándose unos a otros se abastecieran oportunamente de municiones”. Fue este el último sitio en permanecer en pie ante los rebeldes. “El último reducto en caer, hasta las ocho de la noche del 24, fue el Cuartel de las Colonias defendido por el coronel Luis de la Sierra, quien ignoraba lo que estaba sucediendo en la ciudad. Los vencedores concentraron contingentes alrededor del cuartel y enviaron a uno de los prisioneros, al teniente Salvador Ledesma, para que informara a sus compañeros y los invitara a rendirse, carecían de agua y alimentos y sus heridos no tenían atención médica”, se recuerda en el artículo. No obstante la cruda imagen de la derrota del día 24 de enero, los datos históricos de la Sedena apuntan a que la batalla que vino después, con el fin de recuperar este importante edificio de la capital michoacana. Poco tiempo después, los Generales Manuel N. López y Cecilio García, al frente de sus tropas y agrupaciones populares leales al gobierno obregonista, iniciaron una intensa batalla encaminada a la recuperación de Morelia, hecho que pudo consumarse tras cuatro días combate. El Cuartel tuvo entonces una participación de fundamental importancia, ya que al final de la cruenta jornada se utilizó para recluir a los prisioneros de guerra”. Hoy en día, el imponente cuartel es visto por miles de personas que transitan diariamente por el acueducto de la ciudad. Aunque su vocación militar hace que no resulte tan turístico como el Palacio Clavijero, la Catedral Metropolitana u otros edificios de Morelia, entre sus muros guarda una de las historias más importates de la ciudad. “En la actualidad, el Cuartel José María Morelos constituye una de las instalaciones militares de mayor valor histórico y cultural, por lo que su preservación tiene gran importancia; debido a lo anterior, se ha respetado su estilo arquitectónico original durante los procesos de restauración y remodelación que ha sufrido el edifico”, concluyen los datos de la Sedena.