Arved Alcántara / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Morelia está llena de pequeños espacios y edificios que han sobrevivido el paso de las décadas, incluso de los siglos y se convierten en sitios para admirar una época que aún tiene sus ecos en el presente. Otros lugares, en cambio, como la antigua Casa de Cristal que se mantuvo abierta durante cerca de siete décadas, solo sigue en pie en fotografías y en la memoria de algunos morelianos. Algunas de las personas mayores recordarán que Morelia contaba con una famosa Casa de Cristal, a la que quizá acudieron en su juventud o su niñez a un evento social ya lejano, por allá del siglo XX. De acuerdo con datos de archivo, durante los primeros años del siglo se construyó el Parque Juárez en la zona sur de la capital michoacana, cerca de la zona de la Loma de Santa María. Como parte de este complejo dedicado a al paseo de las familias morelianas, el Gobierno estatal ordenó construir la famosa Casa de Cristal, también conocida como “Palacio de Cristal”. A partir de ese entonces, se abrió una amplia y curiosa historia para el recinto, que funcionó como restaurante, nevería, salón de fiestas, casa de juegos, museo de historia natural e incluso burdel. “Tenía dunas cinceladas que adornaban sus muros, con una magnífica instalación eléctrica que con sus focos de arco que producían un alumbrado inmejorable, contaba con mosaicos de cemento con piso inmobiliario decente y apropiado”, se detalla en los archivos de esta casa editorial. Dicha zona se convirtió en un sitio icónico de los inicios del siglo XX en la capital michoacana, pues el complejo que incluía al Parque Juárez y la Casa de Cristal, también sumaba las conocidas Escaleras de Santa María que hasta hoy en día siguen en pie. En las imágenes más antiguas de la capital michoacana, pueden apreciarse las escalinatas, rodeadas de árboles y escoltadas por dos altos anuncios que ofrecían información. Aproximadamente desde 1909 hasta 1974 estuvieron abiertas las puertas del este recinto, tanto para morelianos como para visitantes, que se convirtió en un epicentro de la vida cultural en la capital michoacana. Los asistentes a este lugar, conforme iba cambiando su vocación, saborearon postres y antojitos en su terraza, asistieron a eventos de sociedad entre sus muros, pero después tuvieron una noche de burdel o conocieron piezas educativas de historia natural. Mientras cambiaba el uso que se daba al inmueble, algo que se mantuvo como constante fue poder disfrutar de la vista de la ciudad que se ofrecía desde ese puno en alto rodeado de cristales. Con casi 70 años de vida, la Casa de Cristal sobrevivió buena parte de los acontecimientos del pasado siglo. Estuvo en pie durante la Revolución Mexicana, el periodo presidencial de Lázaro Cárdenas del Río, la época de oro del cine nacional, la Segunda Guerra Mundial, la posterior Guerra Fría, los movimientos estudiantiles de 1966 y 1968. Fue la modernidad, el uso del automóvil y la necesidad de vialidades en el sur de Morelia, lo que logró derribarla. De acuerdo con los archivos de La Voz, la demolición del inmueble se efectuó en 1974, cuando se comenzó a construir el libramiento Sur ante la necesidad de tener rutas de acceso a la Loma de Santa María. En las fotografías previas, se ve la casa como fondo detrás de la escultura de un águila asentada en una glorieta. Según otras fuentes, dicha pieza del escultor Guillermo Ruíz fue retirada en torno a la misma época. El escenario cambió para siempre. Después de la desaparición del Parque Juárez y de la Casa de Cristal, se instalaron las Estelas de la Constitución realizadas por el maestro Alfredo Zalce para mantener parte de la antigua gloria que se percibía en este lugar. Algo queda aún de la antigua época, las escaleras donde los morelianos hacen ejercicio, los conocidos senadores de Santa Cecilia y las personas que voltean y señalan el lugar donde antes estaba la Casa de Cristal.