Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán.- Ligado al pasado de desarrollo industrial de la capital Michoacana, la Harinera de Morelia se mantiene como referente del aprovechamiento e impulso a la agroindustria del estado de Michoacán. Con casi 100 años de historia, el inmueble pasó a formar parte del contraste arquitectónico entre el estilo colonial del Centro Histórico de Morelia y la zona industrial que lleva la misma colonia. El edificio denominado Molino de Trigo San José data del año de 1922, contó desde un inicio con lo necesario para mantener el abasto de harina al consumo local principalmente durante la primera mitad del Siglo XX. Entre 1940 y 1960 se realizaron las primeras obras de modernización al inmueble que lo llevaron a tener la dimensión y la fachada que se conoce hasta nuestros días. La obra cayó en manos del arquitecto Jaime Sandoval, quien contaba con basta experiencia en la construcción de molinos de harina en otras ciudades industrializadas de México. La apuesta era grande. El molino y silo de almacenamiento tenían que resaltar en la que hasta ese momento era una de las orillas de la creciente Morelia. Cercana a la antigua central del ferrocarril y en lo que se preveía, sería una de las zonas de mayor plusvalía territorial a largo plazo. La ubicación de la línea del ferrocarril en la zona, la dinámica de los suelos y otros factores fueron determinantes para establecer la Harinera en el espacio en dónde actualmente se le conoce. La infraestructura que permitiría tanto la recepción de materias primas como el transporte del producto terminado. Constituye para la ciudad un ícono por su gran fachada curva que recuerda el estilo streamline y los silos cilíndricos, siendo claramente visible desde la Avenida Héroes de Nocupétaro. El complejo es uno de los pocos ejemplos en la ciudad del estilo internacional a gran escala. El conjunto está compuesto por tres secciones: un volumen cúbico, remanente del edificio original de 1922 (actualmente en desuso), un grupo de diez silos cilíndricos y un volumen curvo que alberga la maquinaria del molino. Este volumen, aunque su fachada indica siete pisos por las tiras alternadas de vidrio y macizo, está abierto en su interior. Recientemente, el gobierno de Michoacán puso en marcha un esquema para la reactivación denla harinera como empresa local y transformadora de la materia prima. La reactivación de la Harinera Monarca está prevista para completarse en un periodo de seis a siete meses, tiempo en el que se espera concretar los contratos con los productores de trigo e incrementar la plantilla de trabajadores de 25 a 95. Actualmente hay entre 400 y 500 hectáreas disponibles en las regiones donde antes se sembraba trigo, por lo que un primer objetivo sería localizar a los propietarios de esos terrenos y ver quién está disponible para participar en el esquema. Desde hace años, la Harinera forman parte del referente entre los límites del centro histórico y la zona urbana de Morelia. Diariamente miles de personas circulan por las vialidades aledañas casi siempre ignorando el pasado más cercano de uno de los inmuebles más representativos de Morelia.