Arved Alcántara / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A finales del siglo XIX, cuando la ciudad ocupaba exclusivamente el primer cuadro del actual Centro Histórico de Morelia, algunas familias construyeron casas de descanso o casas de campo en lo que hoy conocemos como el Bosque Cuauhtémoc, entonces parte del Barrio de San Pedro. Este acto marcó el inicio del Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce (MACAZ). La casa, erigida en 1897, de dos plantas y rodeada de extensos jardines, ha pertenecido a diversas familias de Morelia desde su construcción. En 1971, el gobierno estatal adquirió la propiedad con el propósito de convertirla en una galería de arte. La placa en la entrada del MACAZ señala que la casa no sigue un estilo arquitectónico definido, aunque se la vincula con la influencia del romanticismo francés de finales del siglo XIX. Este detalle es notorio, a pesar de que el estilo predominante en las construcciones morelianas sea de origen barroco. El museo ocupa actualmente un terreno triangular que antes pertenecía a los habitantes del antiguo Barrio de San Pedro, en el Bosque Cuauhtémoc. En 1854, a través de una permuta con los indígenas del barrio, el gobierno adquirió el terreno en una transacción que involucró el Rancho del Aguacate, sumando así 16 hectáreas a su dominio. En 1861, el terreno fue dividido en lotes concesionados a particulares, quienes construyeron casas de campo y exuberantes jardines en lo que entonces era la periferia de la ciudad. Este contexto dio lugar a la edificación que ahora alberga el MACAZ. En 1971, el gobierno estatal adquirió la casa con el objetivo explícito de convertirla en una galería de arte contemporáneo. El fundador y primer titular, Manuel Aguilar de la Torre, inauguró el museo el 30 de septiembre de 1971. En 1972, cambió su nombre a Museo de Arte Contemporáneo. El museo, además de exhibir pinturas, organiza diversas actividades culturales en sus amplios jardines para mantener la afluencia de visitantes. Toda la zona que rodea al MACAZ es una de las partes de la ciudad que embellecen el entorno por la gran cantidad de áreas verdes que existen, además que el propio Acueducto de Morelia atraviesa justo por enfrente del museo, lo que logra envolver este lugar bajo el aura de una zona tranquila, bella y dispuesta para quienes gusten visitar caminando, porque en definitiva, los árboles, los jardines y las esculturas escondidas en el Bosque Cuauhtémoc y en las afueras del museo no se pueden apreciar de otra manera. Cerró por remodelación a finales de la década de 1980 y reabrió en 1984 con una exposición dedicada al artista michoacano Alfredo Zalce Torres, en cuyo honor se renombró el museo años más tarde. Fue en 1993 que el inmueble ubicado en el Bosque Cuauhtémoc cambió su nombre a Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce (MACAZ) exhibiendo una conmemoración una colección con la presencia del artista. Postreramente recibiría otras acciones de mantenimiento en 1998 y 1999, cuando tres obras escultóricas de Alfredo Zalce tituladas “Mujer”, “Acróbata” y “Las bailarinas” fueron integradas al acervo artístico, ubicándolas en la zona de la enrada. En 2003 falleció el maestro michoacano y su velación se llevó a cabo en este recinto. El MACAZ ha sido escenario de numerosas exposiciones y artistas, tanto nacionales como internacionales, incluyendo a Francisco Toledo. También alberga la Bienal Nacional de Pintura y Grabado Alfredo Zalce, que presenta obras de artistas de todo el país cada dos años, con entrada gratuita. A pesar de su rica oferta cultural, el MACAZ enfrenta el desafío común de la falta de interés del público. Iniciativas han ido y venido con relativo éxito para revitalizar este hermoso recinto con una colección de más de 3 mil 500 piezas que por sí solo transmite serenidad y magia.