Arved Alcántara / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Durante las festividades decembrinas, las calles y plazas de Morelia se llenan de ciudadanos en busca de árboles navideños, nacimientos, adornos y festividades como las posadas. Uno de los puntos destacados es la Parroquia de la Inmaculada Concepción de María, que atrae a la población capitalina con sus adornos luminosos, antojitos mexicanos y su famoso “dragón” mecánico. De acuerdo con la información del sitio web de la parroquia, tras la conformación de la colonia Vasco de Quiroga a principios del siglo XX, se construyó una pequeña ermita para los vecinos de la demarcación y el barrio. Posteriormente, en 1942, se erigió la primera iglesia y más tarde se construyó la actual Parroquia de la Inmaculada Concepción de María, cuyo primer párroco fue Francisco Sierra Nieto, aproximadamente desde 1967. A diferencia de la arquitectura colonial de la mayoría de los templos católicos de Morelia, la Parroquia de la Inmaculada Concepción de María destaca por su diseño contemporáneo, con una serie de escaleras que conducen a un amplio recinto religioso erigido sobre un sótano donde se lleva a cabo una venta de antojitos mexicanos en modalidad de cooperativa. Las labores de la comunidad de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de María se consideran unas de las más ambiciosas en la Arquidiócesis de Morelia. La venta de platillos en la zona bajo el recinto religioso se realiza mediante un modelo organizado tipo kermés, donde los comensales compran boletos canjeables por alimentos en un lugar que funciona como punto de encuentro y empleo para los vecinos de la colonia. Hoy en día, la Parroquia de la Inmaculada Concepción de María es ampliamente conocida localmente por las festividades patronales que se llevan a cabo desde el ocho de diciembre hasta aproximadamente el dos de febrero del año siguiente, donde se entrelazan el fervor religioso, la gastronomía mexicana y el colorido de los iconos de la fe católica. En Tejedores de Aranza, la principal calle de ingreso a la colonia, se instalan una serie de adornos luminosos que dan la bienvenida a los visitantes y, en ocasiones, compiten con las luces decorativas del gobierno municipal en la zona centro. A medida que se llega al centro de la colonia, aparecen los puestos de venta de antojitos y los juegos mecánicos. Tamales y atoles de diversos colores, pozole, tacos, enchiladas y buñuelos componen el menú para los visitantes que se acercan a la parroquia. Una vez en este punto, tienen la opción de adquirir los alimentos en alguno de los puestos de la calle o elegir la zona gastronómica interior, cuya oferta se distribuye en numerosos puestos alrededor, mientras que en el centro hay numerosas sillas y mesas donde la gente disfruta de los platillos tradicionales. Quienes están en la calle, en la zona gastronómica o dentro de la parroquia tienen la oportunidad de presenciar un espectáculo que ocurre aproximadamente cada media hora en plena calle. Sobre dos columnas levantadas en las banquetas, se levanta un escenario en el que figuras mecánicas interpretan un pasaje del libro de las “Revelaciones” de la religión católica. Entre luces, fuego y humo, un arcángel combate al “dragón” que representa a la bestia del apocalipsis. Cuando lo vence, la Virgen se levanta victoriosa. Esta es la experiencia que ofrece la Parroquia de la Inmaculada Concepción de María, que se convierte en una opción para los morelianos, ubicada a solamente unas calles de la Plaza Jardín Morelos donde se llevan a cabo las festividades guadalupanas más grandes de la capital.