Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Uno de los espacios más vivos de la ciudad de Morelia son los portales de su centro histórico, ya que ese es el lugar a donde arriban cada año miles de turistas cada año, donde las familias se reúnen para comer y los adultos mayores se toman un café con sus amigos; pero además de todo eso, también es el lugar donde han ocurrido varios de los grandes episodios de la historia de la capital michoacana. Si bien la información de archivo apunta a que los portales fueron creados durante el periodo virreinal, posteriormente recibieron nombres relacionados a la historia de México que siguen vigentes hasta hoy en día: Hidalgo, Galeana, Aldama, Allende y Matamoros, en honor a estos héroes de la patria. El portal ubicado Allende, ubicado a espaldas de la catedral metropolitana de Morelia, es uno de los que ha recobrad su esplendor en los últimos años. La historia cuenta que los hermanos Nicolás y Mariano Michelena nacieron a finales del siglo XVIII en el número 237 de la calle Allende del hoy centro histórico. El rumbo de sus vidas dio un paso decisivo cuando formaron parte de una serie de reuniones que finalmente se convertirían en 1809 en la “Conspiración de Valladolid” y que un año después los llevaría a la lucha por la Independencia en el bando del cura Don Miguel Hidalgo. Debido a la importancia de estas dos figuras, algunos morelianos todavía llaman “Portal Michelena” al Portal Allende. Además, en años recientes se instalaron en este corredor una serie de cafés y restaurantes cuyo concepto hace referencia al recuerdo de estos héroes de la patria. Sin embargo, el Portal Matamoros es el que goza del rescate y el esplendor más reciente, porque después de más de 10 años de labores, finalmente fue entregado en este 2021 el Teatro Mariano Matamoros que se convierte en una joya de la corona para los cinco portales de la ciudad sino para todos los teatros y espacios cultural del centro histórico. El nombre del portal y del edificio busca hacer homenaje a otro héroe de la patria, Mariano Matamoros, quien fue fusilado en Valladolid en 1814. La ejecución ocurrió en el portal entonces llamado “Ecce Homo”. Salvo algunos locales que cerraron sus puertas por la crisis económica derivada de la contingencia sanitaria, los portales del centro histórico lucen hoy una imagen viva y activa, de forma similar al recuerdo que se guarda de ellos al inicio del siglo pasado. Los registros históricos apuntan a que, para el año de 1930, los portales de la ciudad de Morelia ya se habían ganado su espacio como uno de los puntos más importantes de la ciudad, ya que ahí se encontraban con cafés, neverías, veterinarias y otros establecimientos que eran visitados todos los días por los morelianos. Fue justo el cambio de siglo y de milenio el que trajo un cambio en la forma en la que venía funcionando el centro histórico. Hacia finales de 1991 la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), nombró al centro de Morelia como patrimonio cultural de la humanidad. Con ello, también se vio la necesidad de reordenar el primer cuadro de la ciudad de cantera rosa, lo cual culminó con la reubicación de comerciantes ambulantes alrededor del año 2000. Con el anterior cambio, se dio paso a la vida de los portales de Morelia como los conocemos hoy en día. Los portales Hidalgo, Galeana, Aldama cuentan con numerosos hoteles, restaurantes y cafés, por lo que prácticamente presentan una fuerte actividad todo el día, entre turistas que desayunan o comen con el panorama de la catedral metropolitana como fondo, así como adultos mayores que toman café mientras discuten de política, o jóvenes que toman una cerveza entre sus amigos. La pandemia por la enfermedad del coronavirus (COVID-19) marcó una pausa en este ritmo, no pudo frenar este estilo de vida arraigado en la ciudad. Si bien los portales Matamoros y Allende presentaron un mayor abandono en los años recientes, hoy se posicionan como los nuevos portales de moda, con los restaurantes y cafés más nuevos y moderno, que son visitados incluso por personas de otros municipios. Y finalmente se encuentra el caso del portal Matamoros, que debió esperar más de una década para poder lucir su nuevo teatro, pero actualmente se trata de una obra concluida y que marca una nueva etapa para el centro histórico de la ciudad.
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