IMÁGENES NUESTRAS | Segunda estación de tren en Morelia, el recuerdo de una vida efímera

Fue un epicentro turístico pero su vida fue breve, aunque transformó en realidad los sueños de quienes querían viajar en el ferrocarril

Foto, Samuel Herrera Jr.

Arved Alcántara / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. A las 12:00 del día del 12 de septiembre de 1883, una locomotora arribó a Morelia a una estación de pasajeros que ahora únicamente existe en el registro fotográfico; casi nueve décadas después se mudó a la avenida Periodismo, espacio que los morelianos recuerdan con mayor nostalgia y que se mantuvo en operaciones entre 1972 y 1987.

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Hace 33 años el tren de pasajeros dejó de circular y desde entonces la que alguna vez fue la estación de tren ha sido ocupada por oficinas gubernamentales. Solamente queda el patio de maniobras para el transporte de mercancías concesionado a la empresa fusionada Canadian Pacific Kansas City.

Querido tren

Durante más de un siglo, el Tren Purépecha transportó a miles de personas, convirtiéndose en una auténtica experiencia turística. Desde septiembre de 1883 y hasta 1987, Morelia se convirtió en uno de los lugares más concurridos y visitados de la época.

Inicialmente, la estación se encontraba entre la avenida Nocupétaro y Guadalupe Victoria, y un edificio cercano fungía como la estación del tren, un lugar icónico para los viajeros que se acercaban a la capital michoacana por diversos motivos, como turismo, negocios, trabajo e incluso temas de salud, ya que los nosocomios capitalinos eran bien conocidos.

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Con el tiempo, la estación del tren comenzó a recibir un mayor número de visitantes y curiosos que llegaban a Morelia para admirar su belleza arquitectónica y disfrutar del divertido paseo en tren.

El ferrocarril se convirtió en el principal medio de transporte para llegar o salir de la ciudad de la cantera rosa. Aquí arribaban pasajeros provenientes de la Ciudad de México, Uruapan, Lázaro Cárdenas y otras poblaciones, ya que conformaba una ruta importante para el traslado de personas.

En 1972, debido al crecimiento de la ciudad, la estación de pasajeros y carga se mudó a las afueras, la Avenida Periodismo, al poniente de la capital michoacana. Durante poco más de una década, esta estación vivió un gran auge y se convirtió en un sitio de referencia para locales y turistas.

Por su comodidad, la oportunidad de apreciar los paisajes y la nostalgia que evocaba en relación a sus homólogos del cine, el tren ganó gran fama entre los morelianos y visitantes. Sin embargo, su nueva ubicación no duraría mucho tiempo en operación.

Los avances tecnológicos, el auge del automóvil y la expansión de las redes carreteras a partir de la década de 1970, junto con la segunda etapa de industrialización del país, hicieron que el viajar en tren fuera más costoso y lento que hacerlo en camiones colectivos o autos particulares. Por lo tanto, la afluencia de pasajeros en los vagones fue disminuyendo gradualmente.

En cambio, el transporte de materiales mineros de la región de la costa a la ciudad y las zonas industrializadas vieron en el ferrocarril un gran potencial, y así comenzaron a transportarse minerales, químicos y materiales de construcción.

Finalmente, en 1987, el transporte de pasajeros quedó totalmente erradicado de las actividades del tren, y las vías se recorrieron más al norte de la capital.

Después de 137 años desde que el tren comenzó a trasladar personas en nuestro estado, hoy en día, únicamente quedan los rieles de las vías, olvidados y cubiertos de hierba en la primera estación. La segunda estación, aún presente en el recuerdo de los morelianos, alberga las oficinas del Centro Integral de la Juventud Moreliana.

En la actualidad, la imagen del tren de Morelia se asocia principalmente al traslado de materiales y es constantemente culpado por el caos vial que genera al transitar por la ciudad.