Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La vida religiosa de los barrios de la antigua Valladolid sigue latente a través de las iglesias, parroquias y capillas que sobreviven al paso de los siglos. El Templo de la Merced, al poniente del primer cuadro de la ciudad de Morelia, es testigo del crecimiento de la ciudad colonial y las tradiciones litúrgicas. Labrada en el estilo barroco con cantera rosa y un llamativo atrio, la iglesia ha sido escenario de numerosas bodas, fiestas de XV años, bautizos y otros festejos que con el paso de los años la ha convertido en una de las más demandadas para estas celebraciones. Prácticamente todos los fines de semana es común ver vehículos trasladar a las novias y quinceañeras hacia la iglesia. El templo es casi tan antiguo como la fundación de la misma Valladolid como núcleo urbano con más de 400 años de antigüedad y la herencia de una orden monástica que dejó su herencia en los barrios del poniente. El nombre oficial de la agrupación que construyó la iglesia fue ‘Gloriosa, Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced y del Rescate, Redención de los cautivos’, también conocidos como ‘Los Mercedarios’ y cuyo objetivo era “salvar a los cautivos que caían ante el fragor de la guerra entre moros y cristianos”. De tal manera que la palabra “Merced” surgió como una derivación de “Los Mercedarios”.Fue en el año de 1604 cuando la orden monástica se apersonó en la antigua Valladolid. A su llegada, otras órdenes como los Agustinos, Franciscanos y Jesuitas ya estaban afianzados en el territorio, por lo que tuvieron que ubicarse a lo que en ese entonces era la orilla de la ciudad. Con el paso de las décadas, fue tomando forma el inmueble y para 1736 ya era como persiste hasta nuestros días. Bella arquitectura La arquitectura de esta iglesia es apreciada porque se ubica sobre la avenida Madero en el corredor que lleva desde el poniente hasta el centro de la ciudad y la Catedral de Morelia. Cuenta con dos fachadas, en tanto que la principal es de estilo barroco churrigueresco y tiene una vista hacia el oriente, mientras que la otra cara es considerada de estilo manierista y está dirigida hacia el norte. Algunas fotos de décadas anteriores muestran árboles de una altura considerable en el atrio de la iglesia; hoy en día, este espacio es ocupado únicamente por una fuente de cantera. Los procesos históricos y la formación de México como Estado y nación repercutieron directamente en el templo. En 1857, bajo los constantes cambios que atravesaba el país, el inmueble pasó a manos del gobierno y en lo posterior fue usado como caballeriza, cuartel y hospital.