Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El popular Tianguis del Auditorio es conocido como el Tepito moreliano porque se encuentra de todo: desde ropa nueva y de segunda, plantas exóticas, vestidos de novia, cortes de cabello, videojuegos, música y libros, hasta herramientas, tubería y llaves conviven en puestos que se encuentran uno al lado del otro. Ubicado a espaldas del Auditorio municipal y extendiéndose varias calles a la redonda, el lugar también tiene el estigma de que varios puestos exhiben productos robados, incluyendo celulares. Los artículos de segunda son los que quizá esconden auténticos tesoros en espera de ser encontrados por quienes ya han hecho suya la asistencia al segundo tianguis más antiguo de la capital michoacana. En pleno 2023 ir al “Audi” sigue siendo una de las grandes tradiciones para los morelianos en general. Ya sea para desayunar, “chacharear” o simplemente caminar, el valor de este mercadito se mantiene vigente y ni siquiera la pandemia pudo medrar la vida comercial en este punto, que tiene varios de los mejores precios en productos originales y copias, según destacan los mismos asistentes. Desde hace más de 60 años, el Tianguis del Auditorio se mantiene como el principal punto de comercio ambulante dominical de la ciudad de Morelia. El nombre se lo debe al antiguo Auditorio Municipal, ubicado en la colindancia con la zona sur del centro histórico de Morelia. Al rededor del inmueble fue que surgió el tianguis cuya operación y consumo han pasado de generación en generación. Más de 5 manzanas, 600 comerciantes y una decena de vialidades, forman parte del tianguis más grande de la ciudad, mismo que incluso a pesar de las resistencias ha crecido en los últimos años. Casi religiosamente, cada domingo las calles de la colonia Ventura Puente detienen el tránsito vehicular para dar paso a cientos de lonas, carpas y puestos móviles que con sus colores, variedades de productos y otras curiosidades llaman a miles de consumidores La comida es otro de los atributos de este espacio. Tacos de todo; tripa, zoricua, carnitas, pollo, asada, chorizo y hasta de nopales son parte del menú que también se acompaña de tamales, pozole y antojitos mexicanos. La presencia de gente alcanza para todas las edades. Por un lado, los más jóvenes se acercan a los puestos de videojuegos, música y ropa, mientras que los más grandes encuentran incluso colecciones de numismática, billetes, discos LP y otros artefactos que, si bien se han descontinuado con el paso de los años en el Audi, se mantienen vigentes. El origen mismo del tianguis data a los comerciantes de la zona sur de Morelia que durante décadas se ubicaron en la plazuela hoy conocida como Carrillo. Colonos de las tenencias de Jesús del Monte y Santa María de Guido traían sus mercancías entre los que se destacaban derivados del maíz, maderas, dulces y ropas. Para la segunda mitad del siglo XX y ante el proceso creciente de urbanización en Morelia, la apuesta de los ayuntamientos de 1962 fue la de construir el Auditorio Municipal al cual el tianguis debe su nombre al encontrarse rodeado por los comerciantes. El Ayuntamiento aprovechó la coyuntura para despejar la plazuela, reubicar a los comerciantes en el tianguis dominical y permitir el libre desarrollo económico del sur de Morelia. Dese entonces, el Audi, ha seguido creciendo año con año hasta albergar a más de 600 oferentes. El registro de la instalación del tianguis dominical se remonta al año de 1968. Desde entonces, la cantidad de comerciantes y de productos han crecido y diversificado de manera exponencial. Al igual que los tianguis de alto renombre en la Ciudad de México y otras ciudades del país, el Audi tiene su lado oscuro. Desde principios del 2000, se advirtió que gran parte de los artículos de autopartes, celulares y computadoras que ahí se ofrecen todos los domingos son producto de actividades lícitas como el robo a transeúnte.