Jueves Santo en Morelia: la Archicofradía sustituye el sonido de campanas por matraca

Simbólicamente, “mueren” las campanas, que cesan su repique tradicional como una señal de recogimiento y luto por la pasión y muerte de Jesucristo

Fotografía: Víctor Ramírez

Ashley Rodríguez / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. - Este Jueves Santo, la ciudad de Morelia es escenario de una de las celebraciones litúrgicas más solemnes y simbólicas del calendario católico: el inicio del Triduo Pascual, que arranca con la Misa Solemne de la Cena del Señor, programada para las 5:00 de la tarde en la majestuosa Catedral de la ciudad.

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Pero más allá de la misa, este día está marcado por una tradición que envuelve misticismo, historia y comunidad: el “silencio” de las campanas y la entrada en acción de la monumental matraca de la Catedral.

Previo a la celebración eucarística, la Archicofradía de Matraqueros y Campaneros se dirige con solemnidad hacia la Catedral de Morelia. Una vez dentro del recinto y tras cumplir con un acto protocolario, los integrantes de esta histórica agrupación suben a las torres del templo para tocar la monumental matraca, un instrumento de madera cuya función es sustituir el sonido de las campanas durante estos días santos.

Foto: Víctor Ramírez

Este gesto marca el momento en que, simbólicamente, “mueren” las campanas, que cesan su repique tradicional como una señal de recogimiento y luto por la pasión y muerte de Jesucristo. El uso de las matracas recuerda las antiguas costumbres litúrgicas que buscaban crear un ambiente de silencio y sobriedad entre los fieles.

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La Misa Solemne de la Cena del Señor no solo representa el recuerdo de la Última Cena de Jesús con sus discípulos, sino también el momento en que se escuchan por última vez las campanas antes del Sábado Santo. A partir de este momento, y hasta la noche del sábado durante la Vigilia Pascual, las campanas permanecen en silencio total.

Durante este periodo, únicamente la matraca monumental —accionada por los campaneros en la torre— emite un sonido seco y profundo que resuena en el centro histórico moreliano, invitando a la reflexión y acompañando simbólicamente a Cristo en su pasión.

El regreso del “Gloria” y el renacer de las campanas

No será sino hasta la Vigilia Pascual, la noche del Sábado Santo, cuando las campanas vuelvan a tocarse en todo su esplendor. El momento exacto ocurre durante la entonación del “Gloria”, himno de júbilo que anuncia la resurrección de Cristo.

Ese instante no solo representa el punto culminante de la Semana Santa, sino también un momento de catarsis colectiva donde el silencio es roto y las campanas —símbolo de vida y anuncio— suenan con fuerza para marcar el inicio de la Pascua.

Morelia, con su fuerte identidad religiosa y patrimonial, continúa preservando este tipo de tradiciones con profundo respeto. La participación de la Archicofradía de Matraqueros y Campaneros, el eco seco de la matraca, el silencio temporal de las campanas y el ambiente de recogimiento que se vive en la ciudad, convierten estos días en un testimonio vivo de fe y cultura.

Ya sea que se viva desde la fe o desde la admiración cultural, estas celebraciones representan un momento único para entender la riqueza simbólica de la Semana Santa en el corazón de Michoacán.