Héctor Jiménez/ La Voz de Michoacán El Museo de Arte Contemporáneo “Alfredo Zalce”, también conocido por sus siglas MACAZ, cuenta con una ubicación excepcional, en un extremo del Bosque Cuauhtémoc de Morelia, con vista al acueducto y a unos pasos de la Plaza Jardín Morelos. Esta antigua casona, es una ventana al pasado escondido a plena vista de todos los turistas y morelianos. El cuadernillo “Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce”, firmado por Juan Manuel Pérez Morelos y María del Rosario Reyes Jiménez, se recuerda que este recinto “se encuentra ubicado en el antiguo barrio de San Pedro de la ciudad de Valladolid, hoy Morelia, fundado en el año de 1541. El terreno en el cual se construyó era conocido como Bosque San Pedro y en el año de 1916 cambió su nombre por el de Bosque Cuauhtémoc”. Pero también recuerdan las modificaciones que tuvieron que darse sobre este terreno para convertirse en el punto de recreación y convivencia que persiste hasta hoy en día ya que, en el año de 1856, las autoridades estatales cambiaron “con los indígenas del lugar la posesión del terreno que se encontraba en pésimas condiciones, a cambio del terreno conocido como el Rancho del Aguacate, disponiéndose entonces el terreno del barrio de San Pedro para la creación de un paseo, el cual fue elaborado por el ingeniero belga Guillermo Wodon de Sorinne”. El siguiente paso en la historia de esta zona, sería el establecimiento de casonas para las familias más influyentes de la antigua Valladolid. “Los particulares que adquirieron estos terrenos, construyeron grandes casas de campo con amplias avenidas a las que se es puso el nombre de distintos personajes notables de la época, entre los que destacan: fray Antonio de San Miguel, Prudencio Bocanegra, Manuel Ocaranza. A las glorietas les fueron asignados nombres mitológicos”. El recuento histórico refleja que el pequeño estanque de patos que hoy en día se puede observar en el Bosque Cuauhtémoc es poco comparado con las atracciones con la que contó hacia finales del siglo XIX. “Se adornó el bosque con un senador y un lago. Se creó una casa destinada para las Hermanas de la Visitación, expulsadas más tarde por el gobierno revolucionario; incluso se destinó una jaula para la exhibición de fieras”. A principios del siglo (XX), el gobernador Aristeo Mercado ordenó que se ampliara la glorieta central, colocándose un kiosco para audiciones musicales. Posteriormente, en la administración de Sánchez Pineda, se acondicionó una parte como lugar de patinaje, añadiéndole fuentes y jardines”. A partir del inicio del nuevo siglo, se da un salto en la historia hasta la década de los setentas, en tanto que el actual Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce abrió sus puertas por primera vez el 30 de septiembre de 1971 y originalmente se fundó como “Galería de Arte Contemporáneo”, en tanto que sus primeras exhibiciones contaron con “obras de arte cinético, escultura, además de una exhibición permanente del trabajo fotográfico de Loraine Pinto”. Una larga lista de artistas tuvo un espacio para mostrar sus obras a través de la “Galería de Arte Contemporáneo” y se considera que el estado también se vio beneficiado por este recinto que atrajo una importante afluencia turística. “La obra “Barranca”, de Fermín Revueltas, fue considerada como una de las obras con mayor valor, ya que estaba valuada en más de medio millón de pesos”, se apunta en el cuadernillo histórico. Finalmente se precisa que en el año de 1972 la galería cambió su nombre a “Museo de arte Contemporáneo”. “A Finales de 1980, cerró sus puertas para dar paso a su restauración, reabriendo nuevamente en 1984 con una grandiosa exposición de Alfredo Zalce que contó con más de 300 piezas, entre pintura, grabado, dibujo, duco, escultura, tapiza y cerámica”.