Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Más de 2 mil 300 morelianos han sido detenidos y sancionados por conducir en estado de ebriedad en la ciudad de Morelia durante la primera mitad del año. Los filtros de alcoholímetro instalados por parte de las autoridades municipales revelaron que más del 70 por ciento de las pruebas aplicadas durante un fin de semana rebasa los límites permitidos de alcohol en la sangre. Alejandro González Cussi, comisionado de Seguridad de la capital del estado, señaló que en números totales se aplicaron 3 mil 330 pruebas, de las cuales 2 mil 319 dieron positivo. En la mayoría de los casos, los detenidos acataron las medidas de las autoridades en cuanto al cumplimiento del reglamento, si bien hubo algunos casos donde se tuvo que recurrir al arresto. Del total de los detenidos 180 tuvieron que ser arrestados por resistirse a la inspección o por mostrar conducta violenta. En este sentido, el encargado de la política de seguridad de Morelia insistió en el objetivo de los operativos; sacar de circulación a quienes ponen en riesgo a otros por consumir bebidas alcohólicas. Asimismo, debido al riesgo que representa una persona alcoholizada tras el volante, se arrastraron a corralón un total de 2 mil 280 vehículos, los cuales quedaron sujetos a los respectivos costos de arrastre, garaje y sanciones por parte de sus dueños. Del total de los sancionados, se conmutó la multa por trabajo comunitario en las diferentes zonas de la ciudad de Morelia, principalmente en la limpieza de ciclovías dominicales, limpiezas de vialidades y otras actividades que realizaran normalmente los fines de semana. Son 2 mil 300 personas sancionadas a través del alcoholímetro y más que sancionados tiene que ver con las consecuencias de los hechos. A estas personas les han implicado el pago de la multa o trabajo comunitario”, refirió el funcionario local. “El alcoholímetro es un tema que salva vidas y que tiene una aprobación de hasta un 78 por ciento en Morelia y que nos ha permitido prevenir accidentes hasta el día de hoy. El alcoholímetro implica multa y arresto, aunque sólo arrestamos a los que por el grado de alcohol impliquen algún grado de agresión o de violencia”, manifestó González Cussi. Presuntos funcionarios no se salvan de la ley En días pasados, se dio a conocer el caso de un funcionario municipal que fue detenido en uno de los alcoholímetros de la capital del estado. Luego de que se denunciara abuso policial por parte de los elementos, la corporación local fijó su postura en torno al actuar de los funcionarios de los tres niveles de gobierno. González Cussi advirtió que el ostentarse como servidor público u otro cargo en cualquiera de los tres niveles de gobierno o poderes del estado resulta en una agravante que será dada a conocer a los jueces del juzgado cívico para las respectivas sanciones, por lo que aclaró que se tiene la instrucción de detener a todo aquel que infrinja el reglamento de tránsito sin importar el puesto que desempeñe. “Ha habido de todo, de los tres niveles de gobierno y de todo un poco. Al final del día la ley se aplica parejo y está cauterizada por esto, si no generamos injusticias y es para todos. La autoridad tiene que ser ejemplar y el hecho de que sean funcionarios no les quita el carácter de ciudadanos al final del día. Son pocos los casos, pero en términos de reglamento es una agravante ostentarse como servidores públicos”, compartió el comisionado de Seguridad. ‘Ciudadanía avala’ Según el Ayuntamiento, la media del alcoholímetro es totalmente aceptada por los morelianos. Hasta 8 de cada 10 personas avala que se ponga especial atención al tránsito vehicular en temporadas de fiestas, así como en los fines de semana, de acuerdo con los propios datos de percepción de la corporación local. El alcoholismo y la drogadicción son considerados como uno de los principales factores de la incidencia en los delitos de convivencia como en el caso de homicidio culposo, doloso, lesiones, violencia en el hogar y otros aspectos que se encuentran en foco rojo en el Semáforo Delictivo, con cifras por encima de la media nacional. Desde el inicio de su gestión como alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar emplazó a los establecimientos de venta de bebidas alcohólicas y de consumo a ponerse en regla por el “desorden” y riesgo que se genera con la movilidad a altas horas de la noche. Desde entonces, diversos bares, antros y restaurantes han sido clausurados por incumplimiento en el horario de cierre y otros aspectos que derivaron en sanciones administrativas.
La Voz de Michoacán
