Juan Bustos / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Las intervenciones de las calles del Centro Histórico tienen que ser de manera integral a la hora de remodelar o reparar para evitarlos encharcamientos; temas como la falta de una red de drenaje pluvial acorde e incluso la proliferación de terrazas que arrojan el agua a la calle y no al desagüe pueden ser una explicación a las recientes inundaciones de primer cuadro de la ciudad de Morelia, explicó el urbanista de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Salvador García Espinosa. Otra problemática, comentó, sería incluso el tipo de material no absorbente y hasta la falta de planeación integral entre cada calle intervenida. En entrevista con la Voz de Michoacán, el investigador dela Facultad de Arquitectura y uno de los urbanistas más reconocidos en la entidad explicó que, a reserva de una revisión más amplia, “un elemento que ha saltado a la vista recientemente en el Centro Histórico tiene que ver con la proliferación de terrazas para la instalación de diferentes negocios: vemos la instalación de toldos de vinil que tienen una caída que dirige el agua se la calle”. Y es que, a partir de las obras de la llamada peatonalización del Centro, desde hace unos 4 o 5 años, se han presentado inundaciones en zonas como los Portales, donde no existían o no eran tan recurrentes. Las recientes obras, así como la instalación de negocios con las terrazas podrían explicar parte del problema. El investigador señaló que regularmente el agua de estas azoteas se canalizaba al drenaje de los propios edificios, sin embargo, con la proliferación de toldos ésta va a parar directo a las calles, que sumado a que no se tiene una red de drenaje pluvial adecuada, sobrecarga las vialidades de agua. “Otro elemento que se suma a esta sobrecarga en las calles de agua es que hay un exceso debasura también en las que provocan tapones entre los otros factores”, dijo. El académico nicolaita señaló que de igual forma las intervenciones o reparaciones que se realizan en algunas calles no se hacen de manera integral contemplando la salida en el agua; “muchas veces se hace una intervención únicamente previendo que no se inunde la calle que se modificó, pero no se analiza a dónde se dirigirá el agua”, reflexionó. Éste ha sido un tema para muchos vecinos y transeúntes, que refieren que nuevas calles son como grandes topes o rampas donde el aguase regresa, según ha quedado manifestado en las lluvias encalles como Guillermo Prieto. Calle: Guillermo Prieto. Asimismo, indicó que el que las tuberías de la ciudad únicamente están contempladas para el drenaje sanitario, es decir sólo las descargas, implica que cuando llueve haya una sobrecarga y esto genera una mayor fricción en los tubos, “por ejemplo, esto en infraestructura más antigua de asbesto pues provocaba los hundimientos”. “Creo que lo podríamos resumir de esta manera la falta de infraestructura para drenaje pluvial, la limpieza de alcantarillas y la proliferación de tol-dos en azoteas que dirigen mayor agua hacia la calle”, comentó sobre la problemática delos encharcamientos presentados en el primer cuadro durante los últimos años. Dijo que desconocía si ya las autoridades estaban realizando obras para canalizar el agua de lluvia, pero esto tiene que ser de manera integral, “ya que hemos visto que hay intervenciones dónde se han abierto las calles completamente y se están instalando tubos, pero si instalas un tubo muy ancho de una calle, pero en la siguiente sigue siendo un tubo mucho más pequeño sirve de poco”. Reiteró que la salida del agua debe ser una visión integral, donde se puede impulsar una red de drenaje pluvial quesea eficiente y que esto pueda ayudar a atender este nuevo fenómeno inundación de las calles del Centro Histórico, fenómeno que antes no se presentaba como en la calle Allende a la altura de la Cerrada de San Agustín. Asimismo, explicó que, por ejemplo, están colocando concreto hidráulico estampado que no es adoquín, aunque lo pareciera, lo cual no absorbe agua, por lo cual esta toma pendiente y se dirige a otros puntos, donde se puede acumular y provocar encharcamientos. Detalló que aproximadamente en Morelia son 860 milímetros de precipitación pluvial el promedio; cada milímetro es un litro de agua por metro cuadrado, por lo que si tienes una azotea de 100 metros te caen 80 mil litros, “poco más de mil tinacos, cuando uno va por el centro y llueve, ve las gárgolas de las casas mandando el agua a la calle a todo lo que da”. Asimismo, reiteró que la falta de una visión integral se ve en las inundaciones de los fraccionamientos donde regularmente se dan donde terminan los mismos, porque únicamente se piensa en la salida de agua de ese proyecto, pero no se dan cuenta que abajo hay otro fraccionamiento que hizo lo mismo.