Recorrido virtual | ¿Qué significa la visita a los 7 templos que miles de morelianos aún realizan?

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. La visita a los 7 templos es una de las tradiciones más comunes que se practica durante la Semana Santa en toda América Latina y cuya explicación se debe a los siete recorridos que, de acuerdo con la Iglesia, hizo Jesús desde el Jueves Santo hasta antes de ser crucificado.

• 1era. Desde el Cenáculo hasta el huerto de Getsemanía, donde oró y sudó sangre.
• 2da. Desde el huerto, donde fue preso, hasta la casa de Anás, donde fue interrogado y recibió una cruel bofetada.
• 3era. A casa de Caifás, donde fue escupido y padeció graves injurias y dolores toda la noche.
• 4ta. A casa de Pilato, el gobernador romado donde fue acusado por los judíos con muchos falsos testimonios.
• 5ta. Al palacio del rey Herodes, donde fue escarnecido por él y toda su soldadesca.
• 6ta. De vuelta a casa de Pilato, donde fue azotado, coronado de espinas, escarnecido y condenado a muerte.
• 7ma. De casa de Pilato al monte Calvario llevando a cuestas la cruz en la que fue crucificado.

Cada Jueves Santo los templos en todo México se preparan para recibir a los fieles, quienes hacen el recorrido por 7 iglesias para recordar los pasajes de Jesús. Sin embargo, este año es distinto: una pandemia confinó a las personas en todo el mundo a permanecer en sus hogares.

La Catedral de Morelia es uno de los recintos religiosos más visitados en la ciudad, no solo durante Semana Santa. La mayoría de los recorridos terminan o inician en Catedral.

Este año los fieles no vivirán la tradición de igual manera. Un nuevo virus ha obligado a que el mundo busque refugio temporalmente en su hogares para frenar el impacto de la pandemia. Como medida preventiva, en México las autoridades federales, estatales y municipales ordenaron la suspensión de todas las actividades no esenciales para evitar que el virus se propague con mayor velocidad.

Esto conlleva que las autoridades religiosas suspendieran las actividades de Semana Santa, para cuidar la salud de los feligreses, pues las congregaciones de personas son un foco rojo, especialmente para las personas de mayor edad, quienes son más susceptibles al virus.

Tradicionalmente, la visita a las 7 casas no solamente se queda dentro de las iglesias, sino que el recorrido se vive también afuera. Las plazas aledañas, atrios y otros espacios contiguos a los templos albergan a comerciantes que ofrecen desde antojitos, aguas frescas hasta figuras tradicionales como los Judas, que se queman el Sábado de Gloria.

Este recorrido a las 7 casas o a los 7 templos se realiza de la noche del Jueves Santo hasta el Viernes Santo en la mañana. La tradición inició en Roma por San Felipe Neri y se ha propagado por el mundo entero.

Este año, debido a la pandemia del coronavirus las iglesias están cerradas en muchos países, por lo que las autoridades eclesiásticas recomiendan hacer las meditaciones desde casa, en familia. En el caso de Morelia, los templos están abiertos este Jueves Santo, pero la petición tanto de autoridades sanitarias como de la Iglesia es no acudir.

De acuerdo con la Agencia de Prensa de la Iglesia Católica, la visita a las 7 iglesias tiene como fin agradecer a Jesucristo por el don de la Eucaristía y del Sacerdocio que instituyó aquella noche santa, acompañarle en la soledad y sufrimientos en el Huerto de Getsemaní, recordar las afrentas que recibió en las casas de Anás, Caifás, Herodes, Pilato, en el Calvario y estar a su lado en el silencio del sepulcro.

Según la tradición, cada iglesia, después de la Misa de la Cena del Señor, guarda el Santísimo Sacramento en el tabernáculo y se erige un monumento en señal de acción de gracias a Jesús por su Sagrada Pasión con la que redimió con amor al mundo.

Los fieles que visitan los monumentos están invitados a hacer también una oración de reparación por el abandono con que frecuentemente se le deja en el Sagrario y la poca frecuencia a la Santa Misa y Comunión.

Este Jueves Santo inicia la fiesta de la "crisis pascual", es decir, de la lucha entre la muerte y la vida, ya que la vida nunca fue absorbida por la muerte pero si combatida por ella.