Van para fuera los “malos elementos”; comisionado advierte mano dura y limpieza en Policía Morelia

Entre los temas más graves se destacaron, además, casos de corrupción y abuso policial que fueron comprobadas por parte de la autoridad local y usadas como argumento para separar a los malos elementos.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Continúa el proceso de depuración de “malos elementos” de la Policía Municipal de Morelia. En los últimos 12 meses, al menos 25 elementos causaron baja en la corporación encargada de la seguridad de casi 900 mil habitantes.

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En voz de Alejandro González Cussi, comisionado de Seguridad Pública de la capital michoacana, el objetivo de la depuración de elementos obedece a la necesidad de mejorar a la institución misma, en busca siempre de ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía en términos también de confiabilidad y respeto a los derechos humanos.

Entre las principales causas por las que fueron dados de baja los elementos en los últimos 12 meses se destaca el no cumplir con los requisitos de permanencia al interior de la corporación local. Desde el despliegue de las cámaras de solapa, interferir en el uso de las mismas y el comportamiento de los elementos durante operativos también llevó a qué la corporación determinara dar de baja a un nutrido grupo de policías, de acuerdo con la versión del Ayuntamiento.

Cámaras de solapa

Entre los temas más graves se destacaron, además, casos de corrupción y abuso policial que fueron comprobadas por parte de la autoridad local y usadas como argumento para separar a los malos elementos.

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“Seguimos en la tarea, es un tema de depuración; una policía tiene que seguir un proceso de supervisión y control, es una policía viva. Hemos puesto muchos mecanismos de control y protocolos y hasta el momento van 25 elementos que fueron dados de baja por distintos motivos”, manifestó el encargado de la política de seguridad de la capital del estado.

Gonzáles Cussi exhortó a que otras corporaciones locales hagan lo propio en cuanto a dinamizar los procesos de depuración de sus elementos y a hacer valer el nombre y el prestigio de las instituciones de seguridad pública, tanto de orden municipal como estatal.

“La cuestión de revisar las cámaras es porque ya habido temas de corrupción y de abuso policial y por eso es un proceso de depuración constante e invitamos a todos las corporaciones a que también lo hagan porque también asumimos mucho descrédito (sic). El mensaje a los policías es que no se tolera la corrupción ni los malos comportamientos”, explicó el funcionario municipal.

Desde este 2022, el despliegue de más de 300 cámaras de solapa ha permitido disipar y fincar responsabilidades por el actuar policial en Morelia en torno a las detenciones y denuncias por intentos de soborno a los elementos.

La postura de la institución policial y del propio Ayuntamiento ha señalado el principio de publicidad del material generado a través de las cámaras de solapa para mantener el prestigio de la Policía Morelia como institución.

Siguen las quejas

No obstante, aún con lo anterior la Policía municipal se mantiene a la cabeza de las instituciones de seguridad pública con la mayor cantidad de quejas y recomendaciones ante la Comisión Estatal de Derechos humanos (CEDH). Entre las principales causas se encuentra el uso desproporcionado de la fuerza, abuso e incluso homicidio.

Uno de los casos recientes se suscitó apenas en el 2020 en el fraccionamiento de Jardines del Toreo, cuando un joven fue baleado por elementos de la Policía Morelia. Aunado a que los elementos se mantienen en prisión, la CEDH ordenó a la Policía Morelia la reparación del daño. Otro mucho más reciente es el atropellamiento de un joven universitario, percance, del cual, la autoridad ha intentado deslindarse pese a los peritajes en su contra.

En este sentido, el Ayuntamiento de Morelia ha justificado una herencia problemática de parte de la anterior administración local, pues habría desmantelado los avances que se dejaron en materia de accionar y capacitación policial hasta mediados de 2018.

Según las mismas autoridades locales, uno de los grandes retos y compromisos es depurar la Policía, recuperar su nivel efectividad y la confianza de la ciudadanía, en donde incluso señalan que ha bajado –aparentemente- la delincuencia.