Rogelio Arellano / La Voz de Michoacán. Uruapan, Michoacán. La posibilidad de cancelar por tercer año consecutivo el Tianguis Artesanal de Domingo de Ramos, durante el próximo perdió vacacional de Semana Santa en el mes de abril, ello debido a la pandemia de COVID-19, sería un golpe difícil para los prestadores de servicio de Uruapan, pues entrarían de lleno en una depresión económica respecto de una de las temporadas de mayor rentabilidad al dejar de generarse derramas superiores a los 100 millones de pesos. José Carlos Ceballos King, presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo de Uruapan (Canaco-Servytur) señaló que eliminar o dejar de atender una temporada tan importante, es aumentar un déficit acumulado en un calendario de temporadas rentables. “Es algo que ya no se recupera, se perdieron oportunidades de fortalecimiento proyectado para todos los involucrados desde prestadores de servicio hasta artesanos”. Foto: Rogelio Arellano Por lo anterior es necesario, dijo, que ante un eventual panorama de crisis sanitaria por un aumento de cadenas de contagios, se deben buscar alternativas para desarrollar esta actividad con riesgos menores. “Por ejemplo extender de dos semanas a uno o dos meses la permanencia de artesanos, no solamente en las dos plazas públicas del centro de la ciudad, sino utilizar calles aledañas para generar ambientes que eviten las concentraciones masivas”. Incluso, abundó, se podrían establecer espacios alternos al primer cuadro de la ciudad para el desarrollo de las exposiciones y vendimias de los más de mil 200 artesanos, quienes son el principal atractivo a través de la oferta de más de un millón de piezas diversas que se elaboran en las comunidades indígenas de las cuatro etnias michoacanas. “Desde luego se trata de propuestas que son posibles ante escenarios no tan críticos”. Es decir, mientras la pandemia se mantenga sin saturación de los servicios hospitalarios y con una letalidad muy baja, es posible buscar alternativas. “Hoteleros, restauranteros, antros, bares y cantinas, así como transportistas y hasta las agencias de viajes, observan la oportunidad de mantenerse a flote con niveles de rentabilidad con el desarrollo de este evento que atrae a miles de visitantes”. Foto: Rogelio Arellano “Desde mi punto de vista como empresario hotelero, sería muy difícil pensar en proyectar, a corto y mediano plazo, el crecimiento a través de rehabilitaciones o la ampliación y mejoramiento de los servicios, esto porque ya son dos años de pérdidas durante la Semana Santa. Los gastos continuaron en mantenimiento, así como para conservar la planta de trabajadores, esas ganancias ya no se lograron, se perdieron”, señaló. De ser quizá la principal temporada alta del año, la Semana Santa paso a ser literalmente una temporada de depresión económica, “sin duda es un periodo clave para el fortalecimiento económico cíclico de muchas cadenas de valor, de ahí la importancia de innovar para superar este tipo de grandes retos, por ello creo que estamos a tiempo de organizar actividades que se acoplen a la nueva convivencia”. Consideró que existe el tiempo suficiente para idear acciones ante diversos escenarios. “Obviamente el mejor de todos es lograr que la pandemia no registre picos de contagio elevados, aumente la cobertura de la vacunación por arriba del 90 por ciento y que la ciudadanía se ajuste a las exigencias de nuevos comportamientos como el uso obligado de cubrebocas, conservas la sana distancia y aplicación de gel antibacterial”. Puntualizó que el gobierno municipal ha realizado algunas reuniones de trabajo para organizar dicho tianguis en el periodo vacacional de Semana Santa del 10 al 22 de abril próximo, sin embargo, el aumento de casos positivos de coronavirus, ha generado que se mantenga un ánimo de indecisión. “Este jueves se tenía prevista una conferencia de prensa del municipio para informar sobre avances de la organización, pero se canceló”. Precisó que en Uruapan operan casi 40 hoteles con una oferta superior a las dos mil habitaciones y por la experiencia de años pasados para estas fechas comenzaban las reservaciones de quienes están interesados en ser parte de las tradiciones y cultura de las comunidades indígenas pues la exposición de artesanías se acompaña de decenas de eventos alternos, sin embargo, hasta esta semana eran muy pocas las solicitudes de reservar habitaciones. Un visitante implica, transporte, hospedaje, alimentación y gastos para entretenimiento social. “De ahí se deriva la derrama económica, pero a esta, habrá que añadirle los beneficios, también directos para los artesanos, cuyas ventas representan ganancias por los trabajos que desarrollan durante todo el año”, indicó Ceballos King.