José Luis Ceja / La Voz de Michoacán Jiquilpan, Michoacán. Locatarios del Mercado Zaragoza serán reubicados de manera temporal con la intención de que puedan dar continuidad a sus actividades económicas, esto luego del incendio registrado en la nave central del inmueble la tarde noche del pasado martes. Crónica del caos La emergencia generó la movilización de equipos de Protección Civil y Bomberos de los municipios de Sahuayo, Villamar y Marcos Castellanos para apoyar en las labores de contención del incendio, que finalmente consumió las mercancías de los locales del centro de este mercado. Tras poco más de tres horas de combate, las corporaciones lograron sofocar el incendio ante la mirada de cientos de personas que se dieron cita en este lugar con la intención de apoyar si la situación lo requería. Cerca de las 6:30 de la tarde se emitió la voz de alerta sobre la columna de humo que se elevaba desde el mercado, la gente corrió desde las plazas cercanas para estar cerca del evento, doctores y enfermeros de un hospital cercano y trabajadores de los consultorios médicos sobre la avenida Lázaro Cárdenas corrieron también para estar disponibles en caso de que fuera necesario. La movilización fue inmediata, los carros de bomberos y ambulancias corrían por las calles de Fajardo y Lázaro Cárdenas para llegar hasta el mercado, los vehículos cedían el paso, los peatones esperaban a que los vehículos de emergencia se trasladaran. La columna de humo que se elevaba contra el cielo plomizo era impresionante, el calor irradiaba hasta el exterior del mercado, en cuya explanada se agolpaban los curiosos. Mientras, los elementos de Seguridad Pública daban voces pidiendo que se retiraran hasta la calle Fajardo, y es que el fuego se encontraba justo debajo de los tanques estacionarios, había fuga de gas, había caos, crisis nerviosas en algunos comerciantes que veían perdido su patrimonio: años de trabajo y esfuerzo consumidos en horas. En los rostros se reflejaba la impotencia, algunos quisieron entrar por la fuerza pero fueron contenidos por las fuerzas policiales. Las empresas locales se solidarizaron y enviaron pipas de agua para apoyar las labores de contención y en el ambiente se respiraba miedo. Los elementos de la Policía local sacaban los tanques de gas de 30 kilos para aminorar el riesgo. En el techo del mercado, elementos de vialidad, barreta en mano, rompían los vidrios de las ventanas para evitar incidentes mayores. En la explanada de El Zalate, los bomberos desplegaban las mangueras para atacar la cara oriente del inmueble. Por un pequeño pasillo accedieron a la nave central que se consumía en llamas. Ante el calor infernal, los medios de comunicación que intentábamos dar seguimiento fuimos retirados. “¡El techo va a colapsar, todos fuera!”, gritó uno de los bomberos mientras con otras pipas se atacaba la cara norte del inmueble. La tarde caía, las miradas de cientos de curiosos que se concentraron en la esquina de Fajardo y Diego José Abad estaban fijas sobre las acciones que desarrollaban el medio centenar de elementos y voluntarios, además de las pipas de agua. La sociedad civil también mostró su apoyo al acercar a los elementos botellas de agua, alguna golosina, barras de calorías y otras cosas a manera de apoyo. Para evitar mayores riesgos, personal de la Comisión Federal de Electricidad realizó el corte del suministro de energía eléctrica en el primer cuadro de la ciudad. Los locatarios temían que entrada la noche se dieran actos de rapiña, temor que fue desechado al arribo de los elementos de la Guardia Nacional, quienes asumieron la vigilancia del inmueble. En tanto, personal de la alcaldía dio a conocer que se desarrollarán actividades desde diversas vertientes para apoyar a los comerciantes. y el alcalde Elías Barajas declaró que se realizará una investigación a fondo para determinar las causas de este incendio, y en caso de que hubiese sido generado por un acto de negligencia se tomarían las acciones legales correspondientes. Era de esperarse Desde hace al menos dos administraciones locales, los mismos locatarios habían advertido que el centro de abasto era prácticamente una bomba de tiempo debido al descuido en que se encontraban las redes de energía eléctrica y de distribución de gas; de hecho, varias veces se intentó dar solución a través de recursos etiquetados desde la Federación; sin embargo, las alcaldías rediseñaron una y otra vez los proyectos al grado de que el recurso destinado para la rehabilitación o sustitución del cableado finalmente fue aplicado en el cambio de piso o en pintura exterior de este inmueble. Finalmente los locatarios están a la espera de que a través de la Dirección de Fomento Económico, la Administración de Mercados y Comercio en Vía Pública o la Regiduría de Comercio y Economía, presenten un proyecto de reubicación temporal.