Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “No vivimos en paz, no estamos en paz”, sentenció el párroco de Aguililla, Gilberto Vergara, al sostener que la muerte de Hipólito Mora es una muestra de lo que actualmente se vive en la región de la tierra caliente michoacana, donde los cárteles avanzan, se reposicionan y están cobrando más fuerza, “actuando de una manera más impune, con la confianza de que las autoridades solamente están observando, de que estas cosas no las impiden, no las previenen, no las evitan”. Desde Aguililla, donde en marzo de 2022 fueron asesinados el alcalde César Arturo Valencia Caballero y su asesor René Cervantes Gaytán, de cuyos crímenes no hay avances en las investigaciones, el sacerdote señaló que la situación de violencia en la zona se está recrudeciendo cada vez más, “que nos está llevando al punto nuevamente de desesperación”. “No podemos quedarnos en silencio. La muerte de Hipólito se suma a una más de todas las que nos han dolido en la región y es una muestra evidente de la ineptitud de un plan de pacificación, de unos proyectos que se quedaron truncados y a medias. Después de la muerte del edil César no ha habido ningún avance, y eso nos dice también hacia dónde va la muerte de Hipólito, con tristeza y pena”.Gilberto Vergara, párroco de Aguililla, Michoacán. El presbítero de la diócesis de Apatzingán fustigó que más allá de los personajes, más allá de las personas, está la situación de toda una región, y este avance de las fuerzas del crimen organizado sobre el poder del Estado, “hace más evidente la mentira de que todo está en paz”. Expresó que aunque el asesinato del exlíder de las autodefensas no fue dentro de los límites del municipio de Aguililla, es parte del mismo mal, “es una situación que poco a poco ha ido permeando nuestra realidad que, lejos de tener una calma, una paz como se aseguró, nos delata que estamos viviendo tiempos difíciles”. Detalló que los municipios aledaños a están sufriendo esta ola de violencia que, si bien se manifestó en Aguililla con más fuerza, ahora está ya afectando a las demás comunidades. El padre Gilberto lamentó la muerte de Hipólito Mora y expresó su solidaridad a su familia, pero “tenemos que levantar la voz nuevamente, porque esta situación nos está cada vez aplastando más”.