Redacción / La Voz de Michoacán Apatzingán, Michoacán. En el marco de la visita del nuncio apostólico, Franco Coppola, a Aguililla, el pasado 23 de abril, el obispo de la diócesis de Apatzingán, Cristóbal Ascencio, denunció que el crimen ha puesto a prueba la fuerza de la ley y del orden. “Son muchos los sufrimientos que se han ido acumulando en las familias”, recalcó el prelado, y anunció dos propuestas ante el terrible escenario que se vive en esta zona de la tierra caliente michoacana: adecuar una capilla para la oración permanente y el rezo del Rosario en los templos y hogares de todo el territorio diocesano. De esta manera, la Iglesia diocesana de Apatzingán, que incluye Aguililla, ya se encuentra en jornada de oración a través del Rosario, como consta en una circular que envió Cristóbal Ascencio a los sacerdotes y feligreses. A rezar el Rosario para combatir el mal y pedir por la paz en esta zona michoacana que padece la guerra del narcotráfico, pidió el obispo, insistiendo en dos peticiones del padrenuestro a la hora de rezar: “’no nos dejes caer en tentación’, esa tentación del dinero fácil, esa tentación de engrosar las filas del crimen organizado, esa tentación que nos aparta de Dios y nos deshumaniza. Y ‘líbranos del mal’, pidamos para tener la sabiduría necesaria y poder desenmascarar el mal que se nos presenta bajo la careta de bien. Venzamos al maligno con la oración”. Para el obispo la gran preocupación es el grado de descomposición social que se hace evidente en la “inseguridad y la violencia” en la cual vivimos, pero expuso que no es suficiente “quejarnos, señalar los hechos y buscar posibles culpables. Todos tenemos una gran responsabilidad para salir de la situación en la cual estamos. Destacó el poder de orar con perseverancia, y citó como ejemplos a Santa Mónica, que durante muchos años oró por la conversión de su hijo Agustín, que finalmente logró; y la batalla de Lepanto (7 de octubre de 1571), triunfo que el papa San Pío V le atribuye al Rosario. “Una batalla (Lepanto) que los expertos en guerra no han logrado explicarse; una batalla que como cristianos le atribuimos el triunfo al rezo del Rosario. Hagamos oración sabiendo que el triunfo en nuestras batallas viene de Dios”, manifestó monseñor Cristóbal Ascencio.