Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Violencia psicológica alcanza hasta el 60 por ciento de los trabajos de auxilio que brindan instituciones estatales para las mujeres violentadas de todo el estado. Cada año, se atienden miles de mujeres que sufren de este fenómeno principalmente de sus parejas y círculo familiar. En voz de Claudia Elena Padilla, titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas (SEIMUJER), a diferencia de otras formas de violencia, las agresiones psicológicas son más difíciles de detectar, de denunciar y por ende de atender por parte de las instancias de protección a la mujer. Desde miradas amenazantes, intimidación, ignorar, silencios prolongados por parte de la pareja e inculcar sentimientos de culpa, son las formas más comunes a las que se enfrentan las mujeres a nivel estatal. En muchos casos, este tipo de violencia es la antesala de la violencia física. Al anunciar las actividades de concientización a las mujeres en el foro “Perspectiva de género en la salud mental” para atender la situación, la titular de a SEIMUJER advirtió que otro de los grandes problemas es que muchas mujeres ni siquiera se dan cuenta de que han sido violentadas, por lo que el espectro de problemática podría ser exponencialmente más grande. "La violencia psicológica como ya lo sabemos es aquella que se ejerce sin contacto físico y genera confusión porque puede ser sutil o se puede normalizada. Esta violencia avanza y va brincando de tipo de violencia, pero nos preocupa que se pueda detener y generar prevención. Si bien es cierto que hay distintos tipos de violencia hay otras que son muy sutiles. El hecho de que tu pareja te ignore ya es violencia, con una mirada de intimidación o de amenaza ya es violencia psicológica", manifestó. La violencia psicológica en la pareja se define por parte de las instancias de la mujer, como una forma de abuso psíquico, que tiene lugar en la relación de dos personas que deciden convivir o vincularse afectivamente para compartir un proyecto en común. Son comportamientos que se convierten en agresiones y daños, de los cuales el agresor puede o no tener conciencia. Implica coerción, supone la amenaza de la violencia física o corporal y en muchas ocasiones es peor que la violencia física. Se enfatiza con el tiempo y cuanto más perdura mayor es el daño, produce un deterioro en la víctima que la imposibilita para defenderse. Presente en la conferencia de prensa ante medios locales de comunicación, Ana Laura Gálvez, presidenta del Colegio de Psicólogas de Michoacán advirtió sobre la necesidad de formar a las mujeres para identificar y prevenir este tipo de agresiones que suelen derivar en otros actos de violencia de mayor grado. Al respecto, la titular de la SEIMUJER también coincidió en que, durante los últimos meses, los fenómenos de violencia contra las mujeres crecieron en el espectro del hogar y círculo familiar por las condiciones relacionadas a la contingencia sanitaria del COVID 19. En Michoacán, dicho fenómeno se viene a sumar a la larga tendencia de agresiones y tipos de violencia que viven las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública, desde la familia, pareja y ambiente laboral. "El principal porcentaje de mujeres que acuden a esta Secretaría es en referencia a la violencia psicológica. Es el inicio de este ciclo de violencia y es importante contribuir para que pueda prevenir e identificar desde la parte psicóloga y podremos hacer bastantes trabajos de prevención", manifestó la funcionaria Estatal a través de medios digitales. Mujeres, afectadas en salud mental por la pandemia Especialistas han advertido que las mujeres son las que han tenido que contener el mayor impacto emocional por la pandemia de la COVID-19 desde hace 15 meses en el estado de Michoacán. Desde atender el tema económico, sostén del hogar y la educación de los hijos han recaído en los hombros de la mujer y generado fuerte carga de estrés. En paralelo a la situación, la violencia por parte de las parejas ha incrementado. Solo para enero de este 2021 se tenía un crecimiento de la cifra de hasta un 40 por ciento en todas las regiones del estado de Michoacán.