Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán Tzintzuntzán, Michoacán. Con grilletes de metal en los tobillos y el rostro cubierto, decenas de penitentes recorren el atrio de Los Olivos y calles de Tzintzuntzán como penitencia al Santo Entierro que se venera en este pueblo reino purépecha. Agradecen los milagros concedidos y ofrecen el sacrificio para el bienestar de su familia y ellos. Es Viernes Santo y en el pueblo se escucha la trompeta que significa el luto por la muerte de Jesucristo. Desde temprana hora comenzaron a colocar los 14 cristos de pasta que saldrán a las 6 de la tarde en procesión acompañando a la imagen de la Dolorosa y la Virgen María junto también a tres ángeles vestidos de negro. A las 10:00 horas comenzó la representación de la Pasión de Cristo, con las tres caídas, su últimas palabras, latigazos, lamentos y la crucifixión. Por la noche, los penitentes de cruz recorrerán corriendo las calles con pesadas cruces de en sus hombros y cada determinadas cuadras orarán y golpearán sus espadas con látigos con espinas