Angélica Ayala / La Voz de Michoacán Charapan, Michoacán. En la comunidad purépecha de Ocumicho, municipio de Charapan, se llevará a cabo la ceremonia del Fuego Nuevo Purépecha el próximo primero de febrero. Esta celebración es una de las más importantes de los pueblos originarios de Michoacán. Para ello, el poblado designado durante un año se prepara para recibir primero al Fuego Abuelo y para el encendido del Fuego Nuevo, o el Kurhikuaeri K’uinchekua. El primero de febrero, justo cuando la constelación de Orión está a la mitad de su trayecto, el Fuego Nuevo es encendido. La hoguera arde en lo alto de la pirámide, marcando el inicio del nuevo año purépecha y también el comienzo del ciclo agrícola. Erongarícuaro fue la sede del 2023, de donde trasladarán el fuego abuelo caminando hasta llegar a Ocumicho. El ritual está dedicado al dios del fuego Kuricaveri o Kurhikuaeri. En purépecha, la festividad del Fuego Nuevo es Kurhikuaeri K’uinchekua, que refleja la cosmovisión de los pueblos indígenas de Michoacán. En un ambiente de hermandad, realizan ritos privados, donde solo participan los originarios. Entre ellos se encuentra la ceremonia de la madrugada, donde dan la bienvenida al dios Sol, esperan el amanecer para realizar su ritual con copal y el saludo a los cuatro puntos cardinales y a los cuatro elementos de la tierra. De acuerdo con el cartel de actividades proporcionado por la comunidad sede, se tienen programadas varias actividades que comenzarán el 27 de enero con la conferencia “Historia de Michoacán”, por David Linares en la casa de la cultura del poblado, seguido por la participación en un temazcal. Al día siguiente, está programada la presentación del libro “Donde el Diablo Mete la Cola: Antropología del Arte y Estética Indígena” escrito por Eva María Garrido Izaguirre. El lunes 29 y martes 30 de enero, se llevarán a cabo las conferencias “La Arqueología en la Meseta Purépecha” e “Historia de la Comunidad de Ocumicho”, además de un recorrido arqueológico a las yácatas y otro temazcal. El miércoles 31 se espera la llegada y el recibimiento del Fuego Abuelo, proveniente de Erongarícuaro, mismo que será resguardado para continuar con un evento cultural. Para el primero de febrero, día central de la ceremonia, las actividades comenzarán a las nueve de la mañana con un evento cultural y mesas de registro para las solicitudes de las comunidades que pretendan ser la sede del año 2025. A las 10:00 de la mañana, se llevará a cabo en la plaza principal el saludo a la bandera purépecha, seguido por el juego de pelota encendida Uarukua Chanakua. A las doce del día, se realizará el ritual del mediodía en la pirámide ubicada en la plaza principal, seguido por una actividad ancestral que es el trueque. A las dos de la tarde se servirá la comida, otorgada a todas las personas que asistan a la ceremonia, principalmente a las provenientes de las comunidades purépechas. A las tres de la tarde, se llevará a cabo un recorrido por las principales calles de la ciudad. Continuarán con un evento cultural hasta la hora de iniciar la ceremonia del fuego nuevo purépecha, comúnmente realizada a la medianoche, y previamente o posteriormente se dará a conocer la comunidad que será la sede del siguiente año. Símbolos del Fuego Nuevo Los símbolos del Fuego Nuevo representan la cosmovisión de los pueblos indígenas de Michoacán, que son: la Piedra Piramidal grabada con los íconos de cada pueblo donde se ha tenido la celebración, así se está formando el calendario purépecha. El segundo símbolo es la Bandera Purépecha, el lienzo original elaborado en Santa Fe de la Laguna y que representa a las cuatro regiones indígenas: Meseta Purépecha, Ciénega de Zacapu, Cañada de los Once Pueblos y la Región Lacustre. La Piedra y la Bandera se entregan a los cargueros donde se realizará el encendido del Fuego Nuevo, así como el bastón de mando que representa la autoridad de los cargueros y que el pueblo reconoce. Está el guaje con 33 turquesas incrustadas que explica la Relación de Michoacán representa el conocimiento y la sabiduría; el libro de actas también se entrega como prueba de las sesiones para designar a las comunidades que recibirán el Fuego Nuevo. Las figuras del pescado y el perro fueron elementos que se incluyeron cuando el Fuego Nuevo llegó a la Región Lacustre.
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