Indígenas eligen aniversario luctuoso de Tangaxoan para derribar la escultura Los Constructores

Un día como hoy, pero de 1530, el último gobernador del imperio purépecha fue asesinado, por lo que los pueblos originarios decidieron conmemorar esta fecha con el retiro del monumento que consideran exalta la esclavitud y humillación a su pueblo.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Este 14 de febrero se conmemora el aniversario luctuoso de Tangaxoan, último gobernante del imperio purépecha, por lo que los habitantes de los pueblos originarios de Michoacán decidieron consumar este día lo que ya habían advertido: derribar el monumento a Los Constructores, el cual consideran enaltece la esclavitud y explotación a la que fueron sometidos. 

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El Consejo Supremo Indígena de Michoacán, constituido por autoridades civiles, comunales y tradicionales de 65 comunidades originarias, recordó que un día como hoy, pero de 1530, Tangáxoan Tzíntzicha, el último Cazonci o Irecha, gobernante del Estado Purépecha, fue detenido, humillado, torturado y quemado vivo por el Presidente de la Real Audiencia de Nueva España, Nuño de Guzmán.

Este año 2022 se cumplen 500 años de la Conquista e Invasión de Michoacán, acontecida en junio de 1522, durante la invasión al actual territorio michoacano, cuando los españoles esclavizaron a miles de indígenas.

A su paso por tierras michoacanas, Nuño de Guzmán sitió, saqueó, devastó y despobló decenas de comunidades, “tan solo en febrero de 1530 esclavizó a más de 8000 purépechas  quienes fueron engañados, herrados y esclavizados”, señaló el Consejo Supremo.

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Los pueblos originarios defendieron sus acciones este día al derribar el monumento ubicado al inicio del Acueducto de Morelia, y señalaron que continúan en resistencia. 

Recordaron que su pueblo ha participado en momentos cruciales de la historia, como en las Rebeliones de Pátzcuaro en 1766 y 1767, donde más de 200 pueblos se levantaron en armas al grito de ¡Guerra! y ¡Muera el Mal Gobierno!,  adelantándose a lo que después sería la Independencia; también lucharon en los ejércitos insurgentes de Hidalgo y de Morelos, brindándoles diferentes apoyos que iban desde la entrega de recursos económicos, armamentos y materiales, hasta el envío de contingentes indígenas para la guerra o su continua lucha  durante la revolución, donde combatieron por la defensa de los recursos naturales y por la búsqueda de la restitución de tierras ancestrales.    

Hoy, los pueblos originarios siguen en resistencia y en lucha por la autodeterminación y la autonomía, por la defensa del territorio y la tierra comunal, por el reconocimiento de sus sistemas de seguridad y de justicia, por la defensa de la tierra y los recursos naturales.  

“Sin embargo consideramos que a 500 años de la Conquista, las luchas también deben de ser por nuestra historia, nuestra cultura, nuestro idioma y nuestro arte, actuar políticamente a partir de la memoria histórica, en contra de la cultura de discriminación, la resignación y la servidumbre”, señaló el Consejo Supremo. 

Los habitantes de pueblos indígenas reclamaron la falta de atención por parte del ayuntamiento de Morelia para entablar un diálogo sobre el retiro de la escultura, por lo que decidieron hacerlo ellos mismos, pues lo consideran un símbolo de subordinación, representación del esclavismo y un emblema del genocidio español.  

Tras derribar el monumento, 24 personas fueron presentadas ante la fiscalía, por lo que los habitantes de pueblos originarios tomaron carreteras en varios puntos del estado para exigir su liberación.

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