Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con base en que más del 60 por ciento de los casos de homicidios y agresiones contra las mujeres michoacanas están relacionadas a la presencia de grupos delictivos en la entidad, autoridades estatales, activistas especialistas lanzaron el protocolo para atender fenómenos de adicciones y narcotráfico en agravio de las mujeres. Desde el involucramiento de mujeres en actividades ilícitas, problemas de adicciones y los efectos generales de la pugna entre grupos del crimen organiado serán atendidos por el protocolo que se presentó a través de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas (Seimujer). Especialistas y funcionarias destacaron que la finalidad es homologar e institucionalizar criterios, formatos y procedimientos ya existentes para la prestación de servicios de atención inmediata o de primer contacto, detección de riesgo, asistencia integral y derivación a áreas de seguridad o de tratamiento para mujeres receptoras de violencia vinculada al fenómeno de adicciones y a la situación de narcotráfico en el estado. Gabriela Saavedra, especialista y precursora del protocolo, explicó las condiciones a las que se enfrenta las mujeres en todos los niveles socioeconómico de la entidad ante la violencia generalizada y que han venido a exponerlas y volverlas aún más a este fenómeno, especialmente la violencia perpetrada por grupos criminales. El protocolo está especializado hacia las mujeres con problemas de adicciones y del narcotráfico y a través del protocolo lo que se busca es trabar con herramientas que ya se tienen en el estado. No se buscó diseñar una estrategia nueva o que no considere los elementos que ya hay en el estado y que son acciones ya implementadas a las mujeres víctimas. Por eso el protocolo tiene como base el usar los modelos de atención inmediata que es la acción que rige la ruta de intervención a mujeres en situación de violencia”. Gabriela Saavedra, especialista En este sentido, se recordó que desde el 2015, en Michoacán se ha logrado consolidar una red de atención hacia las mujeres en distintos ámbitos de la vida institucional para contener distintos formatos de la violencia de género. El nuevo protocolo diseña un modelo que contempla tres niveles de intervención. En un primer momento, la detección y plena identificación de la situación de riesgo de la mujer víctima, en el que se evalúa la situación y la atención de sus necesidades físicas, psicológicas, sociales y de seguridad más urgentes; en un segundo momento, la realización de un plan de intervención inmediata que, a partir de una evaluación de necesidades individuales y su priorización, contempla una gama de servicios integrales como la atención médica, psicológica, jurídica y de trabajo social, así como acciones que resguarden y protejan su integridad emocional y física. El tercer punto en el modelo de intervención en los casos de violencia se presenta el desarrollo de un programa de reincorporación psicosocial que contempla tanto la continuidad de la atención a las necesidades físicas y mentales de la mujer, así como la planeación y ofrecimiento de servicios de educación, capacitación y empleo que promuevan su incorporación de forma positiva y segura en la comunidad. Las aportaciones que distintos actores comunitarios, gubernamentales y de la sociedad civil, pueden realizar para la reincorporación efectiva de las mujeres víctimas. Por lo que se requieren también acciones de tipo comunitario que coadyuven en la recepción y acogimiento de la persona a fin de evitar su estigmatización que es, generalmente, una de las razones para volver a caer en situaciones de riesgo. Las condiciones de violencia siguen al alza; en lo que va del año ya hay un reporte de incremento generalizado en agravio de la mujer con hasta un 70 por ciento respecto al año pasado. La activista advirtió que a pesar de los mecanismos de protección y de contención a la violencia las mujeres siguen padeciendo los efectos sociales de distintos fenómenos. Solo durante el 2020, fueron más de 200 carpetas de investigación por homicidio doloso en agravio de la mujer, mientras que apenas se registraron poco más de una decena de feminicidios. Cuestionada sobre la tendencia en las carpetas de investigación, reconoció que el protocolo ha sido el adecuado en tanto que la preocupación gira en torno a las víctimas del narcotráfico.