Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Este 16 de diciembre comenzaron las posadas, tradición para conmemorar el peregrinar de José y María por los rumbos de Belén en busca de refugio para el nacimiento de Jesús. Las posadas tradicionales, que llegaron tras la conquista española, se representan por dos grupos de personas que se cantan villancicos entre sí: unos que se colocan fuera de la casa para representar a la Virgen María y a José pidiendo hospedaje, y otros dentro. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. En Morelia, vecinos de la calle Jaujilla, en la colonia Lomas del Valle, salieron con los peregrinos a buscar posada, y tras varios intentos, por fin fueron recibidos en una morada. Tras esta escenificación, rompen la piñata, que está hecha con ollas de barro rellenas con fruta o dulces y forradas con papeles de colores, y con forma de estrella con 7 picos, que representan los pecados capitales. La posada concluye con una fiesta en la que los anfitriones ofrecen a sus invitados diferentes platillos y ponche, una bebida caliente hecha con fruta de la temporada como caña de azúcar, manzana, ciruelas pasas o guayabas. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Sin embargo, muchas posadas han pasado de tener un significado religioso a ser una excusa más para reunirse y festejar con los seres queridos. "Todo se ha convertido en reuniones y tomar (alcohol). Sería muy padre (bueno) regresar a lo tradicional", lamentó Maricela Rivera. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. En la misma línea, Claudia Medina pidió mantener unas tradiciones que son "bonitas e importantes para el país". Hasta las piñatas han cambiado: en el Mercado de Jamaica, los tradicionales siete picos de colores comparten espacios con otras con formas de personajes de dibujos animados y superhéroes.