Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) advierte omisiones en los protocolos de sacrificio y falta de registros en el origen de los productos cárnicos en los rastros y centros de matanza del estado de Michoacán. A pesar de los riesgos sanitarios que representa el incumplimiento en los rastros del estado, la mayoría de los municipios no cuentan ni siquiera con personal calificado para realizar los sacrificios. Las fallas estructurales y de supervisión han afectado la producción de productos derivados de la ganadería. Se observa, en lugares como Morelia y otras grandes ciudades donde se han concedido concesiones, que se desconoce si los particulares cumplen o no con los protocolos y las normas sanitarias. El informe de la CEDH sobre los rastros y lugares de sacrificio reveló que solamente 50 municipios accedieron a los trabajos de supervisión sanitaria realizados por la CEDH y la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Coepris). Otros 63 municipios simplemente no respondieron debido a la falta de autoridades vinculantes o con autoridad para sancionar el incumplimiento tanto de los rastros como de las autoridades municipales por no cumplir con las normas. Se estima que la mitad de este grupo no cumple con las normas de sacrificio y desangrado establecidas en las normas nacionales e internacionales para evitar el maltrato animal y, sobre todo, garantizar la sanidad de los productos. Otro punto de incumplimiento se refiere a los residuos: la sangre, la orina y los excrementos de los animales sacrificados rara vez se gestionan adecuadamente por parte de los rastros y centros de matanza. “La matanza a traspatio” en los mercados y tianguis sigue siendo motivo de preocupación para las autoridades sanitarias, especialmente en lo que respecta a los productos derivados del pollo y la carne de cerdo. Las vísceras y los residuos terminan siendo recolectados al sol, lo cual representa un riesgo sanitario. En relación a este tema, Marco Antonio Tinoco Álvarez, titular de la CEDH, reconoció la situación problemática que representan los rastros. Diariamente, miles de toneladas de carne roja y blanca llegan a las carnicerías de todo el estado y, en muchos casos, es casi imposible rastrear el origen de los productos, verificar si las vacas, reses, aves y animales sacrificados cumplen con las reglas de crianza, sacrificio y cadena de distribución en frío que requiere el producto antes de llegar a las cocinas de los michoacanos. Incluso en un contexto en el que se respeta la vida de los animales sacrificados, se resalta que no existe una supervisión que garantice una muerte rápida y sin violencia de los animales que llegan a los rastros todos los días. Tinoco Álvarez reconoció que, en términos de competencias, solo existe un orden del ejecutivo para señalar, y se requiere la colaboración de las instituciones estatales y federales para cambiar el paradigma de la carne sin regulación en todo el estado. “Es un tema que sólo les corresponde a los municipios en términos de organización. En temas de salud y medioambiente existen dificultades, pero la responsabilidad recae exclusivamente en los municipios. No se siguen las normas oficiales, no hay personal calificado y lo más grave es que no se llevan registros ni controles de ninguna índole, lo cual pone en riesgo a los consumidores”, manifestó. La propuesta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos para cambiar la situación en torno a los rastros y los sitios de matanza de animales contempla puntos sugeridos para los ayuntamientos e incluso para los gobiernos comunales. En primer lugar, se debe proteger el derecho a la salud a través de la salubridad general, coordinando la información entre los distintos ámbitos de gobierno, como el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Alimentaria (Senasica) y la Coepris. También es necesario fortalecer la vigilancia, supervisión y sanción de los Rastros Municipales, tanto a nivel de autoridades sanitarias como municipales, y capacitar, formar, evaluar y certificar al personal que trabaja en los rastros. Además, se deben erradicar las prácticas de matanza clandestina o de traspatio de animales domésticos destinados al consumo humano. Es fundamental integrar expedientes en los rastros y casas de matanza en base a la Ley de Archivos Administrativos e Históricos del Estado, así como mantener y actualizar el libro de administración municipal y el registro sobre el funcionamiento de los rastros. También se deben implementar normas internas en los municipios en materia de funcionamiento, supervisión y, en su caso, sanción de los rastros, y cumplir con las obligaciones en materia de transparencia y acceso a la información pública en relación al funcionamiento de los rastros.