Es importante cuidar la piel a cualquier edad para mantenerla saludable y protegerla de daños externos. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y cumple una serie de funciones fundamentales, como proteger al cuerpo contra factores externos, regular la temperatura corporal y ayudar a mantener la hidratación, entre otras más. A medida que envejecemos, la piel pierde elasticidad y se vuelve más propensa a daños por el sol, el estrés y otros factores ambientales. Por eso, es crucial mantenerla saludable. ¿Cómo daña el frío a nuestra piel? El frío puede dañar la piel de varias maneras, por ejemplo: Provoca que se seque y se agriete, debido a que se reduce la humedad en el aire. Esto hace que se sienta tirante y áspera al tacto. Causa que los vasos sanguíneos de la piel se contraigan, lo que reduce la circulación. Es por ello, que puede lucir pálida y sentirse entumecida. Aumenta el riesgo de lesiones en la piel, como quemaduras por frío o congelación. Estas pueden ser más graves cuando la piel está mojada o húmeda. El frío también puede aumentar el riesgo de infecciones en la piel, ya que en ocasiones se debilita el sistema inmunológico. Por ello, es importante crear el hábito de tener una rutina de cuidado de la piel, protegerla del frío y mantenerla hidratada para evitar estos problemas. ¿Cómo reparar los daños de la piel causados por el frío? Hidrata tu piel Usa cremas hidratantes y aceites corporales para ayudar a sellar la humedad en la piel y evitar que se seque más. Aplica inmediatamente después de bañarte o ducharte, mientras tu piel aún está húmeda, esto ayudará a mantener la hidratación por más tiempo. Algunas cremas también contienen ingredientes que protegen la piel del sol y otros factores ambientales. En las farmacias dermatológicas, puedes encontrar una gran variedad de marcas y los mejores productos de acuerdo a tu tipo de piel. Usa agua tibia, no caliente Evita los baños y duchas con agua muy caliente, ya que esto puede resecar aún más tu piel. En su lugar utiliza agua tibia Usa un humidificador El aire seco daña la piel y la agrieta, así que trata de utilizar un humidificador para aumentar la humedad de tu hogar. Evita baños o duchas prolongadas Trata de mantener las duchas y los baños cortos. Evita frotar la piel con una toalla y enjuágate y sécate suavemente la piel. Usa ropa suave y cómoda Trata de evitar la ropa apretada o áspera que puede frotar o dañar más la piel agrietada. Opta por ropa suave y cómoda que no cause irritaciones. Protege tus manos Usa guantes cuando vayas afuera y evita el contacto con productos químicos fuertes que pueden irritar la piel Usa productos especializados para reparar la piel agrietada Existen productos de venta libre especializados para reparar la piel agrietada, puedes conseguirlos fácilmente en alguna farmacia dermatológica online, como cremas y bálsamos para los labios y para las manos. Estos productos suelen contener ingredientes que ayudan a recuperar la salud de tu piel. Ahora ya sabes lo importante que es cuidar tu piel durante esta temporada invernal. Usa los productos adecuados para evitar que se reseque tu piel y mantén tu piel saludable con estos útiles consejos.