Roberto Huitrón / La Voz de Michoacán Los Reyes, Michoacán. El representante no gubernamental del Sistema Producto Caña de Azúcar (SPCA), del estado de Michoacán, Crescencio Álvarez Oseguera, informó a este medio del gran riesgo que representa para la salud el consumo de jarabe de alta fructuosa por su alto potencial calórico contenido, lo que no sólo daña la dentadura del consumidor, sino además porque este ingrediente se acumula en el organismo y es causante de sobrepeso y obesidad, que con el tiempo desencadenan en la alta probabilidad de padecer diabetes, lo anterior lo expresó el también presidente de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar (ULPCA) del Ingenio Santa Clara, al comentar un artículo publicado recientemente por la Revista del Consumidor en relación con la alerta por el consumo de una “miel” que se vende para endulzar los alimentos de bebés, elaborada con alta fructuosa de maíz. El dirigente cañero también explicó que aparte de los daños a la salud, la “inundación” en el mercado nacional de millones de toneladas de este edulcorante va en detrimento de la agroindustria de la caña de azúcar, por ser el jarabe de alta fructuosa más barato, debido a que la alta fructuosa proveniente de mercado norteamericano, se vende a precios dunping (por debajo del costo de producción), debido a que los excedentes de maíz del vecino país los transforman en jarabe, pero sobre todo con la finalidad de apoderarse del mercado del dulce “en nuestro país, jugando una competencia desleal con nuestra agroindustria de la caña de azúcar, cuyo objetivo es debilitarla. Álvarez Oseguera agregó que debido a la introducción del jarabe de alta fructuosa al país, provocó que desde 2012 se presentara una nueva crisis de la agroindustria del azúcar en México, siendo esta “una de las peores que han vivido desde hace muchos años, lo que coincidió con el fuerte derrumbe del precio del azúcar, que en sólo tres años cayó en por lo menos 200 pesos por bulto de 50 kilogramos, ya que de estar por arriba de los 700 pesos, pasó a cotizarse por debajo de los 500 pesos, lo que representó un desplome del precio por arriba del 35 por ciento, mientras que los insumos continuaron al alza, fueron necesarios otros 4 años y movilizaciones de los cañeros, como los realizados durante la zafra 2018-2019 (toma de los accesos de los ingenios del país para impedir la salida del azúcar en tanto no se elevara el precio del dulce), para que poco a poco remonte el precio sin llegar aun a los de 2010 y 2011. Ya en el año 2015 el presidente de la ULPCA del Ingenio Santa Clara declaraba que “la realidad es la falta de entereza de parte del gobierno mexicano ante su similar del vecino país del norte, relacionado con el incumplimiento de las cuotas de exportación del azúcar mexicana al vecino país y en contraste la introducción indiscriminada del jarabe de alta fructuosa norteamericano. Volviendo al tema de salud, el representante no gubernamental del Sistema Producto Caña de Azúcar en el estado expuso que es casi criminal que una compañía transnacional ponga a la venta edulcorantes de alta fructuosa de maíz para bebés, como lo explica la revista mencionada, respecto al jarabe de maíz conocido como “miel” de la marca Karo, edulcorante que “representa un peligro para la salud de tu bebé” por la gran cantidad de fructuosa que contiene. El dirigente de los cañicultores michoacanos sugirió estar atentos al consumo de bebidas de todo tipo, yogurt, panesillos, pasteles, cereales procesados, salsas cátsup y toda una variedad de botanas, la cuales en su gran mayoría utilizan jarabe de alta fructuosa por su bajo precio respecto al azúcar de caña y por ahorrarse un proceso, por presentarse el jarabe de alta fructuosa en estado líquido, “ya que al evitar su consumo, además de cuidar nuestra salud, apoyamos a una de las más importantes agroindustrias como lo es la de la caña de azúcar”. Álvarez Oseguera reveló que en el número correspondiente al mes de noviembre de la Revista del Consumidor, se explica cómo el consumo de jarabe de alta fructuosa, además de su alto contenido calórico, por el contrario no brinda nutrientes, causando una sensación de no saciar, por lo que se les conoce como calorías “vacías”, que obligan al consumidor a seguir comiendo y con el tiempo se acumulen las calorías, causando sobrepeso y obesidad, desencadenado diabetes mellitus tipo 2. Por otro lado, la misma revista da cuenta de la publicación American Journal of Clinical Nutrition, que alerta en relación con el consumo de alta fructuosa que se puede transformar dentro del organismo en colesterol “malo”, que es posible eleve el ácido úrico y ocasione enfermedades cardiovasculares. Por todo ello el dirigente cañero llamó a consumir azúcar de caña, “que no es la causante de sobrepeso y obesidad, como nos lo han querido vender, ya que lo que está comprobado causa los padecimientos mencionados son el consumo de comida chatarra, donde por lo regular se utiliza jarabe de alta fructuosa”, concluyó.