Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Se estima que aproximadamente 500 mil michoacanos sufren o desarrollarán diabetes y cerca del 40 por ciento podría padecer Retinopatía Diabética debido a un seguimiento inadecuado de la enfermedad, lo cual puede evitarse con un control de sus niveles del azúcar, pero a su vez podría sufrir un repunte en 2021 por el confinamiento a causa del Nuevo coronavirus (COVID-19), según señaló Mario Aguado Arteaga, cirujano oftalmólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). “Estamos hablando que si el estado de Michoacán tiene más de cinco millones de habitantes, aproximadamente más de 500 mil habitantes van a padecer esta enfermedad crónica degenerativa. Lamentablemente es algo que no se nos va a quitar, una vez que adquirimos la enfermedad no hay cura, solamente hay control, puede ser a base de dieta, ejercicio y medicamentos, entre ellos la insulina”, explicó el especialista en conferencia de prensa. Sobre esa línea añadió que a nivel mundial cerca de un tres por ciento de los pacientes sufrirá ceguera debido a un control inadecuado de la enfermedad. “La ceguera asociada a la diabetes tiene una prevalencia estimada por la OMS del 2.6 por ciento, es un alto impacto para el paciente. Estamos hablando de que los pacientes afectados son Tipo 1 y Tipo 2, gente que oscila entre los 15 hasta los 70 años y es una de las principales causas de ceguera a nivel mundial, gente económicamente activa está quedando ciega o discapacitada”. Cuestionado directamente sobre cuál es el porcentaje de los pacientes de diabetes que sufrirían retinopatía, el especialista respondió que “De cada 10, cuatro van a desarrollar retinopatía diabética y hasta ocho pueden desarrollar enfermedades oculares, llámese catarata, glaucoma. Entonces, el paciente diabético realmente sí tiene que tener una buena evaluación”. Si bien consideró que el panorama en Michoacán es estable ya que no se han presentado repuntes en los años más recientes, también apuntó que a partir del año 2021 podría comenzar a darse un aumento en esta materia debido a que las personas y especialmente las de edad avanzada dejaron de acudir a parques y otros lugares de deporte en medio de la contingencia sanitaria por el COVID-19. “Afortunadamente puedo decir que Michoacán quizá es de los estados que no se ven más afectados por la retinopatía diabética. En prevalencia, realmente no se ha incrementado en los últimos años, quizá a expensas de lo que pase el siguiente año, uno de los puntos álgidos que tenemos que prever es que hoy en día están cerrados muchos de los parques donde hacían actividades físicas la gente, especialmente diabéticos y adultos mayores”. SEGUIMIENTO DESDE CINCO AÑOS DE ENFERMEDAD Sin embargo, Aguado Arteaga hizo énfasis en que el paciente podrá mantener su vista si recibe un tratamiento oportuno, que comienza con el control de los indicadores de la diabetes, además de que se recomienda al menos una revisión anual del “fondo del ojo” para aquellos pacientes que suman más de cinco año con diabetes y tomando en cuenta que la fecha en que se detectó la enfermedad generalmente es posterior al momento en que se adquirió. “La baja visual es derivada de su enfermedad, pero sí tiene un buen control de sus niveles de azúcar y sus cuidados, dieta, ejercicio y medicamentos si es necesario, el paciente puede llevar una enfermedad tranquila y no llegar a tener limitaciones visuales. El problema aquí es cuando el paciente no acata órdenes. La mayoría de nosotros somos renuentes a la enfermedad, no aceptamos que estamos enfermos”. De acuerdo con los datos expuestos por el especialista, generalmente los pacientes con menos de cinco años con diabetes no presentan problemas de retinopatía diabética, pero se da en un 30 por ciento para quienes suman 10 años con la enfermedad, así como asciende a un 95 por ciento en el caso de los que rondan 20 a 25 años viviendo con la diabetes. Las alteraciones visuales que pueden comenzar a ver los pacientes diabéticos son disminución de la vista, manchas obscuras, distorsiones al ver curvas las líneas que son rectas, cambios en los colores, así como problemas refractivos, enumeró Aguado Arteaga. Sobre esa línea, destacó que algunas de estas situaciones pueden mejorarse mediante el uso de lentes, pero la respuesta definitivamente es controlar los niveles de azúcar del paciente.